“Entraron en la casa y vieron al niño con María, su madre, y postrándose, lo adoraron. Después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra,” (Mateo 2:11)
Hace unos días, meditaba sobre la algarabía que produce, al llegar la Navidad, las emociones que se despiertan en niños y adultos.