Con la presencia del Señor y la compañía intercesora de la Santísima Virgen María, hemos continuado el trabajo de la Misión del Santo Rosario con todas las familias consagradas que ya superan a más de 300 familias.
“Maestro, haz que pueda ver.” (Marcos 10:46-52)
Desde su ordenación como sacerdote en Zaragoza, en Marzo de 1925, el joven sacerdote Josemaría Escrivá de Balaguer pedía al Señor con insistencia lo mismo que el ciego Bartimeo cuando el Señor le pregunto: “¿Qué quieres que te conceda?: Maestro, que vea.” (Amigos de Dios, 197).