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Catholic News Herald

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CHARLOTTE — Por primera vez en dos años, los religiosos consagrados se reunieron en la mesa eucarística con el obispo Peter Jugis el 5 de febrero en la Catedral St. Patrick para celebrar la Misa, honrar a los jubilares y conmemorar el Día Mundial de la Vida Consagrada.

La última vez que hermanas y hermanos religiosos vinieron a la Catedral St. Patrick para adorar juntos y reconocer a los miembros de la comunidad jubilar fue el 1 de febrero de 2020, solo unas semanas antes de que las iglesias cerraran para el público debido a la pandemia.

Durante la misa del 5 de febrero, el obispo Jugis honró a 20 religiosos consagrados, aquellos que celebran un aniversario histórico de su profesión de votos en 2021 y 2022.

“Damos gracias a Dios por poder reunirnos personalmente este año para celebrar la Jornada Mundial de la Vida Consagrada”, dijo el obispo Jugis al comienzo de su homilía.

“Este año también estamos celebrando el 50 aniversario de la Diócesis de Charlotte, y alabamos a Dios por bendecir la diócesis con muchos carismas diferentes de vida religiosa para enriquecer nuestro testimonio de la presencia del reino de Cristo. Desde el mismo comienzo de la diócesis, de hecho, e incluso antes de que se formara la diócesis, algunas de nuestras comunidades religiosas ya estaban aquí, dando a conocer a Cristo”, agregó.

El obispo Jugis les dijo a los más de 50 religiosos y religiosas que se habían reunido para la Misa que sus vidas son un testimonio poderoso en nuestra Iglesia local de la primacía de Dios en la vida de uno. “Tú dices con Isaías: ‘Mi Dios es el gozo de mi alma, me regocijo de todo corazón en el Señor’”.

Habló de las exigencias de la vida religiosa, de la abnegación y de llevar la cruz en el servicio del Señor. “Aunque el Señor exige mucho de quienes lo siguen, es cierto, como sabemos, que Su yugo es fácil y Su carga ligera”, dijo el obispo Jugis.

Relató que hace algunos años, alguien le dijo: “Ciertamente eligió una vida difícil para usted, haciéndose sacerdote”. El obispo Jugis declaró que, “En lugar de llamarlo difícil, en realidad es más exacto decir que es un compañerismo constante con Cristo”.

— SueAnn Howell, reportero senior