CHARLOTTE — La parroquia Nuestra Señora de Guadalupe extendió una invitación a los jóvenes entre 18 a 30 años de edad a participar en una jornada juvenil donde podrán establecer un encuentro con Cristo, junto a otros jóvenes como ellos.
Así lo anunció el Padre Leo Tiburcio, párroco, quien precisó que la jornada se realizará del viernes 28 al domingo 30 de octubre en las instalaciones de la iglesia localizada en el suroeste de Charlotte.
“Es una edad donde especialmente es muy duro practicar la fe o llegar a creer en Dios porque es cuando creemos que ‘yo lo puedo todo, entonces no necesito de Dios’. Además estamos bajo la influencia de los amigos, tenemos deseos personales de logro académico, buscamos donde encajar y creemos que no podemos practicar nuestra fe y continuar siendo nosotros mismos”, dijo el Padre Tiburcio.
El Padre Tiburcio reconoció que los jóvenes han sido un grupo un poco olvidado por la Iglesia. “Tenemos muchos ministerios para adultos, hombres y mujeres; y como sacerdotes puede suceder que no sabemos cómo entrarle a la formación con ellos. Los retos que nos ponen a veces nos espantan. El aceptar que nos juzguen, sus críticas hacia nosotros, nos pueden alejar. Debemos dar más énfasis hacia ellos porque sabemos que ellos son la fuente de la Iglesia”.
También señaló que es el momento oportuno para abordarlos, pues puede suceder que su fe se tambalee.
“Necesitamos encontrar las palabras, la forma correcta de cómo hablarles de Dios, cómo hacerles sentir que Dios es real. Pero, de que tienen hambre de Dios, lo tienen”, dijo.
La parroquia Nuestra Señora de Guadalupe ha realizado jornadas juveniles por varios años, pero detuvo su realización en 2010. El año pasado reanudaron sus actividades y llevaron a cabo la primera jornada post pandemia que fue sorprendente en asistencia y alcance geográfico, llegando a recibir jóvenes de otros estados.
“Pude ver que los jóvenes siguen estando dolidos, en búsqueda de Dios, pero no saben cómo encontrarlo. A veces tienen la vergüenza de creer que están viviendo una situación terrible y ningún otro joven de su edad atraviesa por la misma experiencia. Aquí les explicamos que aún así, viviendo esas experiencias, Dios está con ellos, los bendice y acepta”, dijo el párroco.
Los jóvenes que participaron del retiro se reúnen regularmente en la parroquia. “Algunos se envuelven en la catequesis, hay otros que participan en actividades parroquiales, nos ayudan a dirigir el estacionamiento, a dirigir el tráfico, se van asimilando al trabajo que llevamos”, dijo el Padre Tiburcio.
El Padre Tiburcio aseguró que los jóvenes que decidan participar no se van a arrepentir, la van a pasar muy bien, van a encontrar nuevos amigos, tener un tiempo muy sanador para su alma, encontrar sentido a la vida y hasta quizás su vocación, “como pasó conmigo, cuando participé en una jornada donde pude encontrar mi vocación sacerdotal. Es un gran regalo que se pueden dar a sí mismos”, puntualizó.
— César Hurtado
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