diofav 23

Catholic News Herald

Serving Christ and Connecting Catholics in Western North Carolina

052121 Praying for Colombia CHARLOTTE — Álvaro Alzate, colombiano residente en Estados Unidos por más de 25 años, urgió a sus paisanos y a “todas las personas de buena voluntad”, a unirse en una cadena de oración por el fin de la violencia en Colombia.

“Desde la historia de allá, cuando el narcotráfico, recuerdo que un grupo oraba todas las noches, le pedíamos a Dios por el cambio de Colombia. Hoy en día, no hablemos solo del narcotráfico sino también de la corrupción y la aparición del comunismo, la violencia, etc.

Necesitamos pedirle a Dios una guía”, explicó.
“No podemos tolerar esto. Somos muchos los hispanos que estamos alejados de nuestros países por la corrupción y violencia. Tenemos que orar y pedirle a Dios por el fin de este mal. La violencia no es la solución”, comentó.

Alzate solicitó la realización de una Misa en la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, la que se concretó el martes 11 de mayo a las 7:30 de la tarde, dentro de la Misa de propósitos comunitarios que regularmente programa esa parroquia.

Lamentablemente, debido a la poca difusión de este propósito, la asistencia de colombianos fue mínima. Sin embargo, Alzate no baja la guardia y se encuentra en el proceso de solicitar otras Misas en diferentes parroquias de Charlotte con el propósito de continuar la cadena de oración por su país natal.
Violencia armada

Según reportaron numerosos medios de comunicación, las protestas populares iniciaron el 28 de abril en Cali, la capital del Valle del Cauca, tercera ciudad en importancia de ese país, debido a una controversial ley de impuestos que el gobierno del presidente Iván Duque pretendía aplicar.

Hasta el momento se cuentan cerca de 40 personas fallecidas a causa de las protestas, de acuerdo al recuento realizado por la Defensoría del Pueblo. La ONG Temblores afirma que 35 ciudadanos han muerto en Cali, al menos 14 de ellos a manos de uniformados.

El gobierno, que asegura que las protestas están infiltradas y que hay un plan coordinado de vandalismo, dió marcha atrás en su propuesta tributaria ofreciendo beneficios para los jóvenes sin recursos económicos y asegura que las autoridades han iniciado 65 acciones disciplinarias, entre ellas ocho por homicidio, por la violencia policial durante las protestas.

Monseñor José Roberto Ospina Leongómez, presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), a través de un mensaje invitó a los jóvenes, protagonistas principales de las protestas, a no cansarse de soñar en la construcción de una nación reconciliada y en paz. “Pidamos la reconciliación del pueblo colombiano y la gracia de afianzarnos en la justicia, la libertad y la solidaridad fraterna”, dijo Monseñor Ospina.

El 9 de mayo, los líderes religiosos de Colombia publicaron un comunicado conjunto en el que piden levantar los bloqueos, rechazan cualquier abuso de parte de algunos miembros de la fuerza pública, y animan y agradecen la tarea que la misma ha hecho para garantizar las protestas pacíficas y la seguridad de los colombianos.

“Expresamos nuestro respaldo a la institucionalidad en la búsqueda de adelantar procesos de diálogo que permitan avanzar en la solución de las necesidades de los más pobres, así como su rechazo total a cualquier forma de violencia, provenga de donde provenga, y al uso de las vías de hecho que ha afectado severamente a los colombianos durante las últimas semanas”, señalaron.

Reacción papal

El pasado 9 de mayo, antes de rezar la oración ‘Regina Coeli’ con cientos de personas reunidas en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco expresó su preocupación por la situación en Colombia.

El Sumo Pontífice dijo que amar a los demás como Jesús les amaba significa servir a los demás, llegar y ayudar a los necesitados. “Deseo expresar mi preocupación por las tensiones y los violentos enfrentamientos en Colombia, que han provocado muertos y heridos. Son muchos los colombianos que están aquí: oremos por vuestra patria”, dijo a las personas reunidas en la plaza.

— César Hurtado, Reportero

060421 hickoryHICKORY — Poco más de setenta familias de la parroquia San Luis Gonzaga en Hickory completaron su proceso de consagración al Sagrado Corazón de María y se integraron a la Misión del Santo Rosario el pasado 13 de mayo, informó el Diácono Darío García, coordinador del ministerio hispano de ese vicariato.

La misión, establecida por más de diez años en el área, nació en la parroquia San José, en Newton, gracias a una iniciativa de Florencio Vásquez, su cofundador. Dentro de su área de influencia, tiene presencia en las parroquias Our Lady of Angels en Marion, Saint Francis of Assisi en Lenoir, Saint Joseph en Newton, Saint Dorothy en Lincolnton, Saint Aloysius en Hickory, y Saint Thomas Aquinas en Charlotte.

“Es una alegría poder decir que tenemos aproximadamente mil familias consagradas al Sagrado Corazón de María y que toman muy en serio el compromiso que ello implica. La idea es extenderlo progresivamente a todas las parroquias del vicariato, aunque ya tenemos miembros que participan virtualmente desde Perú, Ecuador, El Salvador y Colombia”, explicó el Diácono García

La consagración toma un tiempo de 33 días durante el que se sigue la guía de ‘33 Dias Hacia Un Glorioso Amanecer’, además de estudiar las vidas de San Luis María de Montfort, San Maximiliano Kolbe, Santa Teresa de Calcuta y San Juan Pablo I que le sirve de inspiración a los participantes.

Al término de los 33 días, y durante la ceremonia de consagración, se concede una medalla y un escapulario a quienes llegan al final de la preparación.

La consagración exige el cumplimiento de rezar el Santo Rosario diariamente, renovar permanentemente las promesas bautismales, la dedicación de los primeros sábados a la Virgen y la promesa de convertirse en misionero.

El movimiento eclesial fomenta la devoción Mariana, promueve las consagraciones a los Sagrados Corazones de Jesús y el Inmaculado Corazón de María, anima el rezo del Rosario, atiende a las familias en la celebración de los novenarios de sus difuntos y vive la experiencia del Cenáculo mensualmente con el equipo de trabajo y coordinadores.

Durante el año pasado y los primeros meses de 2021, la pandemia de COVID-19 obligó a la misión a utilizar recursos informáticos, redes sociales y reuniones online para mantener unidas a las familias consagradas a la Virgen María. El proceso de adaptación fue complicado y difícil debido a las características de seguimiento de los grupos.

Regularmente, explicó el Diácono García, el equipo coordinador acompaña y forma grupos que se reúnen en casas de oración una vez por mes, donde tienen un compartir de alimentos y refrescos que estrecha los lazos de amistad entre los participantes. “Progresivamente, siempre siguiendo las órdenes de nuestras autoridades de salud nacionales y federales, y lo que establezca nuestra diócesis, iremos retomando nuestras actividades con mayor normalidad”, señaló.

Así, es posible que el próximo mes de octubre pueda realizarse, en Hickory o Newton, el octavo encuentro anual de todas las familias, que lamentablemente debió ser suspendido en 2020.

El Diácono Darío García relata haber sido testigo de las múltiples bendiciones que reciben los misioneros de María Santísima. “Más bien son hechos cotidianos importantes que cosas espectaculares como, por ejemplo, muchas señoras me dicen ‘Mi esposo antes no rezaba el rosario’. Vemos la presencia de Dios y la Virgen, la iluminación del espíritu. No deseamos más”, subrayó.

“Estamos avanzando en el proyecto de organizar un manual propio e imprimir nuestra guía, un documento elaborado por nosotros mismos sobre la Misión del Santo Rosario, que incluya también cantos”, dijo García, que espera consolidar prontamente la misión como un movimiento apostólico de la diócesis.

— César Hurtado, Reportero

Más online

En www.facebook.com/español: Encontará un video sobre la reciente consagración de 70 familias en la Iglesia San Luis Gonzaga en Hickory.