‘Luz de Esperanza’
Antorcha Guadalupana deja mensaje de esperanza y consuelo
La Antorcha Guadalupana cruzó la Diócesis de Charlotte dejando una luminosa estela de esperanza y consuelo a su paso por nueve parroquias que generosamente la acogieron en su camino a Nueva York.
Desde Hendersonville hasta High Point, pasando previamente por Asheville, Newton, Charlotte, Mocksville, Lexington, Greensboro y Thomasville, la caravana de vehículos con los corredores que portan la Antorcha y las sagradas imágenes de Nuestra Señora de Guadalupe y San Juan Diego, recibieron muestras de cariño y admiración por la hermosa tarea de unir, a través de la fe y la oración, a pueblos hermanos separados por una frontera común.
Nueve fueron las parroquias las que visitó este año a lo largo de su estadía de seis días en la Diócesis de Charlotte, incluyendo su arribo por primera vez a Hendersonville y Asheville, zona montañosa afectada por el huracán Helene.
Como expresó la Sra. Lucía Romero, mexicana de 67 años, una de las organizadoras que desde 2009 acompaña todo el recorrido, “Nuestra Virgen de Guadalupe viene a visitar a sus hijos y a sus hijas, a unir a todos nuestros pueblos como una sola familia, a los mexicanos, a los hijos de mexicanos en Estados Unidos, a todos los latinos, a todos sus hijos, a todas sus hijas sin distinción. Esta Antorcha la han llevado muchas manos, las de nuestros familiares y amigos al otro lado de la frontera, y ahora las llevan sus manos. Con ella, todos nos convertimos en mensajeros por la dignidad y la justicia social”.
La Antorcha Guadalupana es una carrera de relevos organizada por la Asociación Tepeyac de Nueva York.
Desde 2002, parte desde la Basílica Nuestra Señora de Guadalupe en la Ciudad de México y, atravesando numerosos estados de México y Estados Unidos, tiene como meta Nueva York, a donde arribará el 12 de diciembre, fecha central de la fiesta de María de Guadalupe.
Este 2024, la Antorcha partió el 30 de agosto, ampliando su tiempo de viaje a 114 días, la mayor parte del tiempo en Estados Unidos.
Hendersonville
Por primera vez en 22 años, la Antorcha Guadalupana visitó las montañas de Carolina del Norte, deteniéndose inicialmente en Hendersonville, una de las ciudades recientemente devastadas por el paso del huracán Helene.
El Padre Nohé Torres, vicario de la parroquia Inmaculada Concepción, recibió la luz mariana y celebró una Misa en honor a la Morenita del Tepeyac y San Juan Diego.
“Estamos bendecidos por la presencia de la Virgen y San Juan Diego. Han venido a traernos consuelo, a levantarnos el ánimo. ¿Qué nos toca hacer? Rezar y encomendarnos a la Virgen para que ella aumente nuestra fe”, dijo.
Asheville
Cientos recibieron la Antorcha Guadalupana en la Basílica San Lorenzo en Asheville. Todos querían tocar la Antorcha, también la Sra. Marta Reyes.
Reyes y su familia resultaron damnificados por el paso de Helene. No tuvieron electricidad ni agua por dos semanas. Los primeros días fueron “muy difíciles” porque no encontraban agua ni comida, hasta que llegaron las brigadas de ayuda y les brindaron socorro.
Reyes ha perdido su trabajo y su esposo lo hace por horas. Su niña ha necesitado ayuda psicológica pues no entendía por qué su ciudad había sido destruida.
Pese a todo, Reyes llegó a darle gracias a la Virgen “porque estamos vivos”.
Newton
La parroquia San José en Newton acogió a la Antorcha Guadalupana. En procesión recorrieron varias calles para finalmente llegar a la iglesia, donde el párroco, Padre James Collins, la recibió personalmente.
Durante la Misa, el salmo responsorial pareció hecho a medida para la ocasión. La gente respondía “El Señor es mi luz y mi salvación”.
Durante su homilía, el Padre Collins calificó a los feligreses como “personas hermosas” y dijo que para él “era un honor poder celebrar esta ocasión con todos ustedes”.
Culminó lanzando un reto a la comunidad al preguntar si estarían dispuestos a dejar todo, “incluyendo su vida de pecado para seguir a Cristo”.
Charlotte
Como es tradicional, la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe preparó una apoteósica y multitudinaria recepción para la ocasión. Oraciones, cantos, danzas, presentación de artistas y luces espectaculares crearon el marco adecuado.
En una Misa concelebrada, el Padre José Gregorio García, vicario, recibió, agradeció y bendijo a los corredores provenientes de Newton. "Gracias por traernos esta luz que viene del corazón, el más grande, el corazón de una madre que nos dice 'No temas, yo estoy aquí contigo'", dijo.
“Hoy se debe iluminar para nosotros una nueva luz la luz de esperanza, de verdad. María, la mamá nuestra, camina a nuestro lado”, aseguró en su homilía.
Mocksville
La parroquia San Francisco de Asís en Mocksville es una parada obligatoria para la Antorcha Guadalupana desde que realizó su primera carrera en 2002.
El viernes 8 por la tarde, numerosos fieles la esperaron en las afueras para llevarla en procesión por las calles principales de la ciudad hasta alcanzar la iglesia, donde su párroco, el Padre Eric Kowalski, la esperaba para dar la bienvenida, bendecir las imágenes, encender el cirio pascual con la luz de la Antorcha y celebrar Misa.
Sin importar el idioma, todos los feligreses fueron invitados a orar, compartir platillos típicos mexicanos, y participar en las danzas y canciones en honor a la Virgen Morena.
Lexington
No había persona más feliz en la parroquia Nuestra Señora del Rosario en Lexington que su párroco, el Padre Sabastian Umouyo, quien recibió la Antorcha y presidió la procesión que llevó las imágenes de San Juan Diego y María de Guadalupe al interior de la iglesia.
Una gran sonrisa iluminó su rostro a lo largo de la liturgia y durante el agasajo que se brindó en el salón parroquial.
En su homilía, el Padre Umouyo halagó a los corredores y les dio las gracias por su fe y entusiasmo. “Nos separan fronteras, pero nuestra fe nos une. Que la luz de Cristo nos solo brille afuera sino también en nuestros corazones”, dijo.
Greensboro
“Ya son 22 años los que llevo recibiendo esta luz de amor que nos trae la Virgen de Guadalupe desde la Basílica en México”, dijo el Diácono Enedino Aquino.
¿Qué nos atrae tanto de la Antorcha Guadalupana?, le preguntamos.
“La unión de los pueblos a través de la oración, de la súplica. A pesar de la distancia, la Virgen une corazones".
Nos confesó que él mismo pudo conectarse con su madre, quien cada año acudía al paso de la Antorcha en Tampico, Tamaulipas, México. "Las manos de mi madre tocaban la imagen. Y yo la recibía y tocaba aquí en Carolina del Norte. Es una emoción que no se puede describir".
Thomasville
El domingo 10 a las 7 de la mañana llegó la Antorcha Guadalupana a la parroquia Nuestra Señora de los Caminos en Thomasville. Los fieles, voluntarios, y el Padre Gabriel Carvajal, párroco, la recibieron en la explanada donde al mediodía se celebraría una Misa al aire libre que acogería a más de 700 personas. ¡Imposible recibirlas en la iglesia!
La Virgen nos dice que debemos confiarnos a la voluntad de Dios. “Yo soy la Madre del Cielo y he venido hasta tu hogar para pedirte que te agarres de la mano de Él. Hoy nos pide que alumbres tu duro corazón que no quiere entregarse”, se dijo en la homilía.
High Point
El lunes 11 de noviembre, la Luz de María partió desde la parroquia Inmaculado Corazón de María con destino a Burlington, donde los hermanos de la parroquia Santísmo Sacramento de la Diócesis de Raleigh tomarán la posta.
Adios María de Guadalupe, esperanza de tu pueblo migrante separado por una frontera.
Adiós Madre Morena. Gracias por tu visita. Te quedas en nuestros corazones, en nuestros brazos que llevaron tu Antorcha que se mantiene brillando en nuestras comunidades.
Tus palabras, “No temas, ¿no esto yo aquí que soy tu Madre?”, resuenan todavía en nuestros oídos.
¡Que viva la Virgen de Guadalupe! ¡Que viva San Juan Diego”, ¡Que viva Cristo Rey!