Poco después de mi ordenación sacerdotal hace 21 años, visito México por primera vez. Fue un viaje corto, pero lo disfrute mucho. Fue un viaje de cinco días, y en mi primera visita a ese bello país, visite la ciudad colonial de San Miguel Allende, la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en la Ciudad de México y las mayas antiguas en Chichen Itzá, en las cuales subí a la cumbre de la pirámide.
Durante mi primera asignatura como sacerdote, el Padre Tom Walsh, Párroco de la Sagrada Familia en Clemmons en ese entonces, me informó que yo iba a ser el Capellán de la comunidad Hispana en Yadkinville. A pesar de que podía leer las oraciones y hablar un poco de español, sabía que iba a necesitar ayuda. El Obispo Curlin y el Padre Mauricio West, escucharon mi pedido de ir a un programa de inmersión en español en México unos meses después. Durante esas cinco semanas en Cuernavaca, aprendí muchísimo, y hoy, 20 años después, todavía estoy aprendiendo español.
Yo he visitado México en varias ocasiones durante los últimos años, y acabo de regresar de un peregrinaje a ese país. La razón principal de mi visita esta vez fue para concelebrar la Misa del 50 aniversario del Obispo Jaime Rodríguez Salazar en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe. Conocí al Obispo Jaime hace diez años durante mi primer viaje al Perú. Tuve la buena fortuna de platicar con él después de una Misa en su catedral. El Obispo me dio la bienvenida a su casa como un hermano y amigo. La Diócesis de Huánuco en Perú tiene un gran espíritu pastoral, y el obispo es el que marca la pauta. El Obispo Jaime es originario de México, y se unió a la Congregación de los Misionarios Comboni, y con ellos sirvió como sacerdote en las Filipinas, África y Perú. Durante su periodo como obispo de esa diócesis, él organizó muchos programas juveniles, de evangelización, para los pobres, para promover vocaciones y para los ancianos. El Obispo Jaime visitó mi parroquia de San Vicente de Paul dos veces. El año pasado, él presentó su plan para la nueva de clínica para los pobres de Huánuco, y nuestros feligreses respondieron con mucha caridad. El Obispo Jaime se retiró recientemente como Obispo de la Diócesis de Huánuco, Perú, y ahora regresó a su país natal de México.
Durante mi última visita a México también tuve la oportunidad de visitar unas catedrales y basílicas hermosas. Sin embargo, el haber podido concelebrar la Misa en la Basílica de Nuestra Sra. de Guadalupe fue mi parte favorita. La fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe se celebra el 12 de Diciembre. La fiesta conmemora las apariciones de la Virgen en el Tepeyac en 1531 a San Juan Diego. El Papa Pio XII llamó a la Virgen de Guadalupe la “Patrona de las Américas.” El Papa San Juan Pablo II llamó a María, “La Estrella de la Nueva Evangelización.”
Como la Virgen se le apareció a San Juan Diego y en la milagrosa imagen, la Virgen está embarazada, ella también la invocan como la Patrona de los bebes no-nacidos. Cuando la Reina del Cielo se le apareció a Juan Diego, ella pidió que se construyera un templo en el lugar de las apariciones, y le pidió a Juan Diego que el diera el mensaje al obispo. Cuando el obispo pidió un signo de la Virgen, Juan Diego le trajo rosas en su tilma, en la cual la milagrosa imagen de la Virgen de Guadalupe quedó impresa.
La imagen original de la Virgen todavía es venerada en la Basílica 485 años después. Noticias de las apariciones y la imagen milagrosa sirvieron para muchas conversiones a la fe cristiana. Los historiadores han estimado que en los primeros siete años después de las apariciones, ocho millones de indígenas en México aceptaron la fe católica y fueron bautizados. Entonces, la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe es importante para todos los mexicanos, y para todos los fieles de Norte, Centro y Sur América. La Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe es un gran lugar para hacer un peregrinaje, y es un lugar en donde se hacen muchas expresiones de amor por la Madre de Nuestro Señor.
En la Paz de Cristo, el Padre Marcos.
El Padre Mark Lawlor es el Párroco de la Iglesia de San Vicente de Paul en Charlotte. El Padre Lawlor ofrece Misa en español en esa parroquia todos los Domingos a las 2