Hace algunos meses tuve la gracia de ser llamado por mi Obispo Peter Jugis a servir como Vicario Episcopal del Ministerio Hispano.
Con la salida del P. Fidel Melo a su año sabático, tomé a cargo la oficina del Ministerio Hispano el 31 de enero de 2020 y espero poder servir a mi Obispo y a toda la comunidad hispana con gran alegría y entusiasmo, confiando siempre en el poder de Dios que actúa a través de su Santo Espíritu para transformar su Iglesia.
Podría hablar de muchos proyectos y planes que serían fácil decir que quiero realizar, pues en realidad hay una gama de necesidades reales en la comunidad hispana. Sin embargo, quiero enfocarme sobre todo en las prioridades pastorales de mi Obispo para poder ser un verdadero instrumento de ayuda en el gobierno de nuestra diócesis de Charlotte. Todo mi equipo de trabajo estará realizando el trabajo que se nos ha asignado en las áreas de formación, evangelización, familia, vocaciones, liturgia y jóvenes.
En el área de formación me interesan los líderes parroquiales, aquellos que con generosidad nos ayudan en la enseñanza. Así como nosotros los sacerdotes necesitamos la formación contínua, de la misma manera ellos necesitan esta formación doctrinal permanente.
En el área de Evangelización, la comunidad hispana se caracteriza por estar siempre muy activa en los retiros y conferencias, llamando contínuamente más y más gente a seguir a Cristo. Me gustaría que, de manera sistemática y organizada, todos los movimientos apostólicos, en colaboración con los párrocos y coordinadores diocesanos, sigamos esta noble misión de la Evangelización, tanto de adultos como jóvenes y matrimonios.
En el área de Familia estamos llamados a poner mucha atención, pues se requiere un nuevo empuje de la gracia de Dios para poder ayudar a tantos matrimonios jóvenes que están iniciando su camino matrimonial. En nuestra comunidad hispana existen cientos de parejas que no han recibido la gracia del sacramento del matrimonio y que viven fuera de la gracia de Dios debido a esto.
En el área de las vocaciones veo un gran potencial en la comunidad hispana, pues es donde tenemos una hermosa y floreciente juventud. Estoy seguro que, con las familias bien envueltas y empapadas en la fe y una atención más profunda en los jóvenes, sobre todo en lo que se refiere a grupos juveniles y retiros para ellos, vendrá en un futuro no muy lejano una floreciente cultura de vocaciones que provea pastores continuamente para nuestra Iglesia diocesana.
En el área de Liturgia, me interesa mucho proponer una formación sólida basada en el Catecismo de la Iglesia y en las instrucciones litúrgicas del Misal Romano sobre la celebración de los sacramentos y los ministerios que ayudan a los sacramentos, a saber: lectores, ministros extraordinarios de la Comunión, visita a los enfermos, ujieres, monaguillos, etc. Así como la preparación doctrinal de los sacramentos que podamos llevar a cabo en toda la diócesis de una manera uniforme.
Y por último, y no por esto lo menos importante, los jóvenes. Siempre pienso en los miles de jóvenes entre los14 y 17 años que se encuentran en nuestra familia hispana. Muchos de ellos, terminada su formación catequética con el sacramento de la confirmación, se quedan sin seguir recibiendo la formación adecuada a su edad. La verdad es que tenemos un reto grande en nuestras manos, pues ellos vienen a ser el futuro de nuestra Iglesia aquí en nuestra diócesis, al mismo tiempo que el puente de unión entre las dos comunidades de habla hispana e inglesa pues ellos ya son perfectamente bilingües.
Con la ayuda y gracia de Dios, la colaboración del clero de nuestra diócesis, el equipo de coordinadores diocesanos, los miles de colaboradores voluntarios y todas las familias cristianas, tengo la sincera y firme esperanza que trataremos de hacer lo mejor posible para que muchas almas conozcan y amen más a Jesucristo, para gloria de Dios Padre, siempre guiados por el Espíritu Santo.
El Padre Julio Dominguez es el director del Ministerio Hispano de la Diócesis de Charlotte.