En estos tiempos en que acabamos de celebrar el día de acción de Gracias en este país, me recuerda que la expresión “gracias” expresa agradecimiento y es un ejercicio para practicar cada día y bajo cualquier circunstancia, aunque haya ocasiones en que no lo amerite.
Por ejemplo, cuando en nuestras vidas pasan momentos críticos, nos alejamos del corazón de Dios y nos preguntamos por qué tenemos que dar gracias. Pero, sin embargo, es necesario hacerlo pues nos hace bien al corazón y aporta a la confianza en Dios.
La gratitud sincera rompe la barrera del orgullo y abre la puerta de la humildad. Y cuando es dirigida a Dios expresa dependencia a acercarnos al que puede darle sentido hasta al dolor humano.
Hermano, no sé qué esté pasando por tu vida y respeto tu dolor, tu angustia, tu pesar. Pero yo te digo, no te alejes de su Amor. Darle gracias a Dios por lo bueno y por lo malo es una plataforma a donde puede llegar la gracia y la paz que necesitas.
El salmo de agradecimiento dice: “¡Aclamen con alegría al Señor, habitantes de toda la tierra! Adoren al Señor con gozo. Vengan ante Él cantando con alegría. ¡Reconozcan que el Señor es Dios! Él nos hizo y le pertenecemos; somos su pueblo, ovejas de su prado. Entren por sus puertas con acción de gracias; vayan a sus atrios con alabanza. Denle gracias y alaben su nombre. Pues el Señor es bueno. Su amor inagotable permanece para siempre y su fidelidad continúa de generación en generación” (Salmo 100).
No hay excusas para no ser agradecidos con Dios por todo lo que nos da, pero además debemos serlo con las personas que nos rodean.
Como declara el dicho popular, “no puedes dar lo que no tienes”. Así que cultiva esta palabra en tu corazón y luego compártela con los demás para que se propague la hermosa semilla llamada ‘gratitud’.
Comienza este nuevo año que se avecina con una actitud de verdadero agradecimiento en tu corazón. Si reflexionas un momento, verás que hay muchas razones para dar gracias.
“Estén siempre alegres. Nunca dejen de orar, sean agradecidos en toda circunstancia, pues esta es la voluntad de Dios para ustedes, los que pertenecen a Cristo Jesús” (1 Tesalonicenses 5:16-18).
En conclusión, la gratitud da sentido a nuestro pasado, trae paz al presente y crea una visión para el mañana.
¡Gracias Señor!
El diácono Enedino Aquino es el coordinador del Ministerio Hispano de la Vicaría de Greensboro.