"Es abundante la cosecha – les dijo – pero son pocos los obreros. Pídanle, por tanto, al Señor de la cosecha que mande obreros a su campo" Lucas (10:2).
De acuerdo a las estadísticas más recientes de la diócesis, actualmente hay 400,000 católicos en la Diócesis de Charlotte. Prácticamente, la mitad de estos católicos somos Hispanos. Y el número de Latinos, no solo aquí en las Carolinas, pero alrededor de los Estados Unidos continúa creciendo. Se calcula que en los próximos 20 años nosotros los Latinos ya no seremos una minoría sino mas de la mitad de la poblacion, tanto en la Iglesia como en el país.
Como reportero bilingüe del Catholic News Herald, recientemente tuve el privilegio de conversar con cuatro sacerdotes de habla-inglesa de la Diocesis de Charlotte --- todos ellos párrocos de sus respectivas parroquias. Algunos con hasta casi 40 años de ser sacerdote, y el más joven ya con cinco años de experiencia como cura. Sin embargo, todos tenían algo en común: Todos aprendieron a hablar español para poder decir Misa, escuchar confesiones, bautizar y celebrar matrimonios en la lengua natal de sus rebaños Hispanos. Aunque esto es algo lógicamente admirable, lo que más me impresionó de estos hombres fue el sincero amor por nuestra raza y cultura Latina. Al mismo tiempo, la calurosa acogida de nuestra gente para cada uno de ellos fue un factor clave en el amor que cada uno de estos dedicados sacerdotes continua mostrando por cada uno de sus feligreses Latino-Americanos.
También cabe destacar que estos cuatro sacerdotes no son los únicos Anglo-parlantes en nuestra diócesis que han aprendido el español para compenetrarse más con nuestras comunidades aquí en el oeste de Carolina del Norte. Desde Taylorsville hasta Lincolnton, Jefferson, y Franklin son solo algunos ejemplos de sacerdotes que han aprendido el español y continuan bautizando a nuestros hijos e hijas, escuchando nuestras confesiones y alimentándonos con el Pan de Vida en nuestra propia lengua.
¡ Que gran regalo de Nuestro Padre Celestial! Demos gracias a Dios todos los días por estos y todos nuestros sacerdotes, y pidámosle al Señor que los llene de su Espíritu, fortaleza y perseverancia en sus respectivos ministerios.
Ahora, a medida que nuestros hijos crecen aquí en los Estados Unidos, y aprenden no solo a hablar español, pero al mismo tiempo hablan inglés y se acoplan a este gran país, pidámosle al Señor de la Cosecha, nuestro Padre Celestial, que nos mande más pastores de entre nuestros rebaños Latinos para que ellos sean nuestros futuros párrocos, en inglés y en español.
Que Dios los bendiga.
Rico De Silva es el Especialista de Noticias Hispanas del Catholic News Herald. De Silva es miembro de la Iglesia de San Gabriel en Charlotte.