El 13 de Mayo celebramos el 99 aniversario de la primera aparición de la Virgen María a los tres niños pastores en Fátima, Portugal, la cual ocurrió el 13 de Mayo de 1917. La Virgen de Fátima, como ahora se les conoce a esas apariciones, se le apareció a Lucia, Jacinta y Francisco tres niños pastores, todos los 13 del mes por seis meses consecutivos durante el año 1917. Las apariciones culminaron el 13 de Octubre del mismo año.
Sin embargo, me quiero concentrar en esta columna en el mensaje que la Virgen les dio a los pastorcitos el 13 de Julio, de 1917. Durante esa aparición, María mostró a los niños el Infierno y les dijo: "'Visteis el infierno a donde van las almas de los pobres pecadores; para salvarlas, Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón. Si hacen lo que les voy a decir, se salvarán muchas almas y tendrán paz..... Habrán guerras, hambre y persecuciones a la Iglesia y al Santo Padre. Para impedirla vendré a pedir la Consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la comunión reparadora de los primeros (cinco) Sábados. Si se atienden mis deseos, Rusia se convertirá y habrá paz, si no, esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y persecuciones contra la Iglesia. Los buenos serán martirizados y el Santo Padre tendrá mucho que sufrir; varias naciones serán aniquiladas..... De pronto el horizonte se presenta sombrío....y después surge un rayo brillante de luz y de esperanza: Al final, mi Inmaculado Corazón triunfará.'"
A pesar que, en gran parte, esta profecía parece haberse cumplido, las buenas noticias es lo que ella dice al concluir, "Al final, mi Inmaculado Corazón triunfará." El mensaje primordial de Fátima nos dice la Virgen es el siguiente: estamos en una batalla contra el Príncipe del mundo, Lucifer. Esta es una batalla que envuelve naciones, sociedades y reinos, y cada individuo que en ellos reside. Actualmente, en el mundo y hasta dentro de la Iglesia Católica, existe una crisis de fe. Muchas personas no creen en Dios, ni en su Palabra, una falta de obediencia a Dios que se ha revelado a sí mismo y que ha revelado también la Verdad. Falta de fe, que se traduce en una vida cuyo fin es terrenal, no celestial; y que también creencias e ideologías ateas niegan la presencia del mundo supernatural.
La Virgen Maria no es solo el profeta de estos tiempos, sino también es el instrumento que Dios ha escogido para vencer al Enemigo de Dios y de la raza humana. María es la "Mujer" que Dios menciona en Génesis 3:15, "que le aplastará la cabeza a la serpiente (infernal)." Ahora, todo esto es muy interesante saber, ¿Pero, qué podemos hacer nosotros para participar en la victoria final del Inmaculado Corazón de María? Ayuno y oración es la respuesta. Rezar el Rosario, sobre todo en familia y ofrecerlo por completo al Inmaculado Corazón de Maria para que ella disponga de estas gracias de la mejor manera posible, lo cual siempre es la voluntad perfecta de Dios. También, ayuno dos o tres veces al mes unido con oración y regalárselos a la Virgencita es súper poderosísimo. Nosotros los Latinos, en general, tenemos una ventaja sobre muchos católicos Anglos, y es que en nuestros países de origen y en nuestras culturas siempre se nos ha inculcado una devoción a María; algo que en mi opinión parece estar desapareciendo en los hogares de habla-inglesa.
Pero, la mejor manera de demostrar nuestro amor y devoción a la Santísima Virgen Maria, es orando y haciendo la voluntad de su Hijo. "Dios te salve Maria, llena eres de gracia..."
Que Dios los bendiga.
Rico De Silva es el Especialista de Noticias Hispanas del Catholic News Herald.