¿No estoy yo aquí que soy tu Madre?
Bellas palabra que nuestra madrecita del Tepeyac dirigió a Juan Dieguito en un momento en el que este santo varón traía tantas dificultades y crisis, y que se convirtieron en palabras acogidas por muchas almas mexicanas y de otras naciones, pues sabemos que la realidad de nuestros países ha sido y sigue siendo la misma, es decir, momentos de dificultades y crisis.
Algunas personas e incluso sacerdotes se preguntan, ¿por qué para el pueblo hispano es tan importante la celebración de la Virgen de Guadalupe? ¿Cuáles son los valores culturales que hay detrás de esta fiesta que aún los que nunca van a Misa llegan ese día? ¿No será que es puras ganas de hacer fiesta sin entender el mensaje real Guadalupano?
La respuesta puede venir de forma muy variada, pero en realidad nos llevaría a una misma, el pueblo hispano culturalmente es muy dado a vivir de las emociones y sentimientos y es algo que no es malo en realidad.
Cuando hablamos de la Virgen de Guadalupe, los más profundos sentimientos toman lugar en ese momento y recordamos las bellas palabras dadas a Juan Diego y por él a nosotros: ¿No estoy yo aquí que soy tu Madre?
Palabras similares a las que un día nuestro Señor le dijera a San Juan en la cruz: “He allí a tu Madre”, y el discípulo amado desde entonces tomó cuidado de ella. Asimismo, el corazón hispano se abre no solo a una festividad sino a una realidad, y esta realidad es que el 12 de diciembre es el día de mi Madre en el cielo y por tanto tengo que celebrarle de la manera más linda que pueda hacerse.
En México, el día de las madres se celebra el día 10 de Mayo y no importa qué día de la semana sea. Para nosotros es esencial dejarle saber a mamá que ella es lo más importante en nuestra vida. De la misma manera, la Virgen es y seguirá siendo en el corazón del pueblo hispano “La Madre en el Cielo” que nos mostró su más sublime amor trayéndonos a su Hijo a nuestras patrias.
La fiesta de Guadalupe no viene a romper el tiempo litúrgico de Adviento. Por el contrario, si sabemos encausarla nos da matices extraordinarios para este tiempo. La Virgen de Guadalupe es la Madre encinta que espera a dar a luz al Salvador, y anunciándolo, se abre el corazón del buen cristiano a la espera del divino Redentor.
Si en las celebraciones litúrgicas enfatizáramos este punto, las almas entenderían que el mensaje Guadalupano está centrado en presentarnos a su Hijo como el Salvador del Mundo que llegó a nuestros países y sigue llegando a nuestros corazones.
El padre Julio Dominguez es el coordinador del Ministerio Hispano del Vicariato de Smoky Mountains.