'Unidos en la esperanza'
HUNTERSVILLE – Una cruz hecha de velas blancas que parpadeaban suavemente brillaba frente al altar de la Iglesia San Marcos el sábado por la mañana en la primera Misa de Consolación celebrada en la
Diócesis de Charlotte. La Misa se celebró en honor a los bebés perdidos por aborto espontáneo o muerte fetal.
El evento fue copatrocinado por el Ministerio de Vida Familiar de San Marcos y la Oficina de Vida Familiar de la Diócesis de Charlotte. El Diácono Thomas Martin y su esposa Heather Martin fueron los principales organizadores del evento.
Los Martin, que han experimentado la pérdida de tres bebés por aborto espontáneo, dijeron que la Misa dio a los padres y a las familias una oportunidad importante para reconocer públicamente el dolor y pérdida que hace no mucho tiempo no se mencionaba a menudo fuera del círculo familiar.
"Quiero que la gente sepa que está bien llorar porque has perdido a un hijo que amabas. Está bien y es bueno nombrar a estos niños, y está bien hablar de ello abiertamente y con otros", dijo el Diácono Martin.
La Misa bilingüe fue celebrada por el Padre Chinonso Nnebe-Agumadu, quien ofreció su homilía en inglés y español.
"Quiero encomendarlos a todos al manto de la Santísima Virgen porque trae consuelo a los afligidos y ella misma experimentó el dolor durante su vida", dijo durante su homilía. "Nos acercamos hoy aferrados a la esperanza y misericordia de Dios para la salvación de los niños que han muerto. Vuélvanse al Señor siempre a través de la tribulación de la pérdida".
Los padres y familiares pudieron escribir los nombres de sus bebés en un libro de recuerdos, y seleccionar una de las velas frente al altar para llevarla a casa.
Jerry Massimino, de 82 años, feligrés de San Marcos, asistió a la Misa para honrar la memoria de un hermano mayor que nunca conoció. Recordó que cuando era niño su madre le dijo que había sufrido un aborto espontáneo antes de que él naciera.
"Siempre he pensado en lo que experimentó mi madre y habría deseado tener una hermana mayor en mi vida", dijo Massimino. "No sé si el bebé que perdió mi madre era una niña, pero toda mi vida había querido tener una hermana. Esta Misa me ayudó muchísimo porque fue una forma de honrar tanto a mi madre como al bebé que perdió".
Le conmovió especialmente que la Misa incluyera una interpretación del ‘Ave María’, porque ese era el himno favorito de su madre.
Roxanna Homic, también miembro de la parroquia San Marcos, asistió con su esposo y su hija y dijo que se sintió conmovida por la belleza de la Misa y la oportunidad de llorar con otros.
"Esto me ayudó porque es bueno saber que no estamos solos en nuestra situación", dijo Homic. "Me consuela saber que estamos unidos con tantos otros que han pasado por esto. Estamos unidos en la esperanza de que nuestros bebés estén en el cielo".
Los Martin dijeron que hay planes para hacer de la Misa de Consolación un evento anual.
"Esta misa es una oportunidad importante para que las personas compartan su dolor y comiencen a sanar, y permite que las personas que han experimentado un aborto espontáneo sepan que no están solas", dijo Heather Martin.
– Christina Lee Knauss Fotos por Amy Burger
