“Jesús se hizo esclavo y nos ordena a nosotros a seguir su ejemplo”
LENOIR — Siguiendo una tradición iniciada por nuestro Señor Jesucristo, el Padre Stephen Hoyt , párroco de la Iglesia San Francisco de Asís en Lenoir, asistido por los diáconos Stephen Picket y Darío García, coordinador del Ministerio Hispano del Vicariato de Hickory, lavaron los pies de doce fieles durante la celebración de la liturgia de la Última Cena, el jueves 6 de abril, en el marco de la conmemoración de la Semana Mayor.
Más de un centenar de fieles asistieron a la Misa bilingüe programada a las 7 de la noche. Familias completas, incluso con niños pequeños, acudieron a seguir las incidencias del episodio bíblico en el que Cristo Jesús comparte su último alimento con los doce apóstoles y les lava los pies en signo de humildad.
En su homilía, el Padre Hoyt trajo a su memoria pasajes de su vida sacerdotal y recordó también la Misa Crismal que celebró el Obispo Peter Jugis el martes pasado.
Después de explicar a los fieles el profundo significado de la renovación de las promesas sacerdotales y de fidelidad a su obispo, el Padre Hoy dijo que para los sacerdotes es un desafío vencer las tentaciones y distracciones en sus vidas. Para ello, señaló, “necesitamos permanecer en la compañía de Cristo”.
A su turno, el Diácono García explicó que el lavado de los pies de los apóstoles tiene que entenderse en su “completo significado histórico”.
“La tradición hebrea era que, cuando los amos llegaban de la calle, los esclavos lo que hacían era traer el agua, arrodillarse, quitarles las sandalias y lavarles los pies para purificarlos. Entendían que en la calle se contaminaban, no solamente del polvito sino de la gente. Lo que hace Jesús es convertir toda esa ley que ellos tenían para mostrar que eran limpios, aunque no espiritualmente, en proclamar que la verdadera limpieza es aquella en la que yo me hago esclavo del otro, proclamando el amor por el prójimo”, dijo.
Luego añadió que con el Jueves Santo concluye la cuaresma y da inicio el Triduo Pascual.
En esta fecha tan especial, aclaró, Jesucristo instituyó la Eucaristía, estableció el orden sacerdotal y decretó, a través del lavatorio de los pies, el mandamiento del amor al prójimo”.
“Jesús se hizo esclavo siendo amo y Señor del universo. Y nos ordena a nosotros a seguir su ejemplo y ser esclavos de nuestro prójimo”.
Al término de la Misa el Santísimo fue retirado del tabernáculo y colocado en un lugar especial fuera del templo para la adoración del pueblo. No volverá al altar sino hasta el Domingo de Resurrección.
- Fotos y texto: César Hurtado