CHARLOTTE — “¡Cómo pasa el tiempo! ¡Se va volando! Especialmente si está dedicado a nuestra Santísima Madre, la Virgen María de Guadalupe”, dijo la señora Mónica Cajero, coordinadora general del grupo de danza ‘Nahui Ollin’, que cumplió su quinto aniversario de brindar el arte de la danza durante la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe que organiza la parroquia del mismo nombre en Charlotte.
En 2018, viendo la necesidad de ofrecer danzas folclóricas mexicanas y aztecas propias de la comunidad, la Sra. Cajero comunicó sus intenciones de formar un grupo de baile al entonces párroco, Padre Vicente Finnerty, quien de inmediato dio el visto bueno y ofreció ayuda económica para la elaboración de algunos trajes y la compra de instrumentos.
El grupo, que inició con alrededor de 20 integrantes, cuenta hoy con más de 35 miembros de todas las edades, entre niños, adolescentes y adultos.
“La más pequeña tiene siete años y la mayor más de 50”, precisó la señora Cajero. Comentó que Johan Madrid, de 10 años, de padres salvadoreños, “es un enamorado de la danza. Hace poco me dijo que sus ahorros los iba a usar para comprar un escudo que usaban los aztecas. Eso me emocionó, me halagó, me hizo ver que el esfuerzo de los maestros y organizadores por mantener la devoción da sus frutos”.
Las clases se ofrecen gratuitamente los viernes, y los ensayos para las fiestas guadalupanas inician regularmente en el mes de octubre. “El grupo no tiene edad y es abierto para cualquier persona que tenga devoción. Son voluntarios quienes dictan las clases, y otras personas ayudan por amor a la Virgen y su parroquia”, dijo.
“Al bailar para la Virgen, que también es otra forma de orar, sentimos una magia, una gracia especial, que en el momento no te importa nada, ni el esfuerzo, ni el cansancio. No tiene explicación”, añadió la coordinadora.
Respecto al nombre del grupo, Nahui Ollin, refirió que es el nombre de la flor de cuatro pétalos que aparece en el vientre de la imagen de María de Guadalupe. Su significado en español es ‘Dios presente’, ‘Dios por nacer’, aclaró.
Desde 2018 hasta el presente año, el grupo de danza Nahui Ollin no ha dejado de ofrecer su arte a la Virgen. “No nos detuvo la pandemia. Esto no va a parar, quiero que siga. Es mi sueño, como madre soltera e inmigrante. Quiero que los niños aprendan y mantengan la devoción a nuestra Virgencita”, agregó la Sra. Cajero.
— César Hurtado