Afirmó el Obispo Mario Dorsonville
WASHINGTON – A principios de esta semana, casi cincuenta migrantes fueron encontrados muertos en el contenedor de un camión abandonado en San Antonio, Texas. Otros migrantes fueron rescatados, incluidos niños, y varios de los sobrevivientes han fallecido desde entonces. El Obispo Mario E. Dorsonville, obispo auxiliar de Washington y presidente del Comité de Migración de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB), emitió la siguiente declaración:
“Esta es una trágica pérdida de vidas y una descripción desgarradora de los riesgos extremos que asumen los migrantes por desesperación. Con profunda tristeza, me uno al Arzobispo García-Siller para orar por fortaleza, misericordia y comprensión durante este momento difícil, especialmente para los sobrevivientes de este horrible incidente. También me uno al Papa Francisco para pedirle al Señor que ‘abra nuestros corazones para que estas desgracias nunca vuelvan a suceder’.
Desafortunadamente, este desprecio por la santidad de la vida humana es común en el contexto de la migración. Como Iglesia llamada a construir una cultura de la vida, no podemos tolerar esta injusticia. En cambio, debemos reconocer que somos hermanos y hermanas, cada uno imbuido de la dignidad dada por Dios. Para evitar más pérdidas de vidas, instamos a los gobiernos y a la sociedad civil a promover el acceso a la protección, incluido el asilo, desarrollar nuevas vías para quienes se ven obligados a migrar y combatir la trata de personas en todas sus formas”.
-Catholic News Herald. Foto del Servicio Católico de Noticias