HUNTERSVILLE — El Obispo Peter Jugis ordenó a doce hombres como diáconos permanentes para la Diócesis de Charlotte durante una misa de dos horas de duración celebrada el 25 de septiembre en la iglesia San Marcos.
Los nuevos diáconos son Joseph Becker, Eduardo Bernal, Carl Brown, Charles Hindbaugh, Todd Labonte, John Langlois, Thomas Martin, William Melton Jr., Francisco Piña, Herbert Quintanilla, Joe Smith y Margarito Franco Torres.
Con esta promoción de diáconos, la diócesis ahora tiene 146 diáconos permanentes, la mayor cantidad en su historia, que prestan servicios en el oeste de Carolina del Norte, donde la población católica asciende a más de 500.000 fieles.
Durante el rito de ordenación, los hombres se arrodillaron uno a uno ante el Obispo Jugis por tres ocasiones. Primero, el obispo unió sus manos mientras se comprometían a servirle a él y a la Iglesia. En segundo lugar, el obispo les impuso las manos sobre la cabeza invocando al Espíritu Santo. Y por último, recibieron el Libro de los Evangelios para simbolizar su ministerio de prédica y enseñanza.
Los diáconos recién ordenados ahora podrán asistir en el altar durante la Misa, proclamar el Evangelio en la Misa, dar homilías, administrar el sacramento del bautismo y oficiar bodas. Los diáconos permanentes sirven en parroquias así como en áreas pastorales especializadas como el Ministerio Hispano, RICA, la capellanía del aeropuerto y el ministerio carcelario.
Padre se une a su hijo en el servicio
El Diácono Joseph Becker sigue los pasos de su hijo, el Padre Brian Becker, pastor de la Iglesia Santa Margarita María en Swannanoa, al servicio de la Iglesia.
“El hijo que vestí de niño es ahora mi padre espiritual como sacerdote. Para él, ataviarme con las vestimentas del diaconado fue una gran bendición”, dijo el Diácono Becker.
“Ha sido una gran alegría ver el progreso de mi padre hacia el diaconado durante los últimos años”, dijo el Padre Becker. “A lo largo del proceso, hemos tenido grandes conversaciones mientras él continuaba formándose en la tradición intelectual de la Iglesia”.
“Muchos se han beneficiado de su enseñanza y trabajo, incluso durante su formación, que estoy emocionado de ver el impacto de la gracia de Dios cuando mi padre ahora se embarca en el ministerio diaconal que ha recibido”, añadió el Padre Becker.
El Diácono Becker predicó su primera Misa el 26 de septiembre en su parroquia de San Mateo en Charlotte. El Padre Becker sirvió como celebrante principal.
“Para mí, fue una experiencia profunda estar unido en el altar con mi padre, el hombre que me enseñó la fe por primera vez”, dijo el Padre Becker. “En un nivel natural, las cosas parecían volver a estar en su orden debido ya que mi padre me estaba predicando a mí en lugar de que yo a él”.
El Diácono Thomas Martin, quien asistió al Obispo Jugis en la Misa de ordenación diaconal, ha sido asignado a su parroquia natal San Marcos. Dos de sus hijos, Luke y Patrick, están en formación para el sacerdocio diocesano y sirvieron en el altar para la ordenación diaconal de su padre.
“Es una gran bendición servir en la Santa Misa, estar cerca del sacerdote mientras celebra la Eucaristía y distribuir la Sagrada Comunión a la congregación”, dijo el Diácono Martin. “Estoy agradecido a mi esposa, Heather, y nuestros siete hijos, quienes siempre me han apoyado y animado a seguir el llamado de Dios a ser diácono”.
De su esposo, Heather Martin dice: “Estoy muy orgullosa de Thomas por tener el coraje de responder al llamado de Dios de ser diácono. Es un hombre bueno y fiel que ha guiado a nuestra familia en el servicio a nuestro Señor y los demás. El lema de nuestra familia es Josué 24: 15b, ‘En cuanto a mí y mi casa, serviremos al Señor’. Nos regocijamos en este día glorioso y esperamos servir a Nuestro Señor y a su pueblo con Él”.
“Estos diáconos recién ordenados y sus esposas, llamados a viajar con ellos, son hombres y mujeres de gran fe”, dijo el Diácono John Martino, director del diaconado permanente durante los últimos cinco años.
“Durante estos años de discernimiento y formación, han soportado tiempos difíciles, disfrutado de buenos momentos y crecido en su fe. Como esposo y esposa, dan testimonio de la fuerza de Dios y la importancia de la Iglesia dentro de sus familias y en sus relaciones con los demás. La Diócesis de Charlotte será bendecida en los años venideros con el ministerio que Dios ha planeado para ellos”, agregó el Diácono Martino.
“Dios les dé un gran celo por todos”
En sus palabras de cierre, el Obispo Jugis agradeció y reconoció especialmente a las esposas, familias, familias parroquiales y pastores de los nuevos diáconos por su apoyo, y a todos los que han orado por los hombres durante su formación y fueron responsables por ello a lo largo de los años. .
“Ellos estarán retribuyéndolos a ustedes, sus parroquianos, para servirlos y ... a través de su predicación de la Palabra, a través de su ministerio y a través de los sacramentos, acercarlos a Dios Todopoderoso y acompañarlos en el camino de su salvación”, dijo el Obispo Jugis.
Y a los doce les dio una bendición: “Que Dios que os ha llamado al servicio de los demás en su Iglesia os dé gran celo por todos, especialmente por los afligidos y los pobres. Quien os ha confiado la predicación del Evangelio de Cristo os ayude a vivir según su Palabra para ser sus testigos sinceros y fervientes”.
“Que el que os ha designado administradores de sus misterios os haga imitadores de su hijo Jesucristo y ministros de unidad y paz en el mundo”.
— SueAnn Howell, reportera senior
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Margarito Franco Torres
Nacido en San Miguel Tlaltetelco, Estado de Morelos, México, en una familia católica. Sus padres, Alicia Torres Hernandez y Ricardo Franco Galicia, quien descansa al lado del Señor, inculcaron a sus cuatro hijos el asistir a Misa y observar los sacramentos. “Siempre le he dicho a mi mamá, que el mejor regalo que pudieron haberme dado como padres fue el haberme bautizado catolico”, afirma.
En marzo de 2001 se trasladó a Estados Unidos en la búsqueda de un mejor futuro. En Monroe, Carolina del Norte, conoció a la que luego sería su esposa, Nancy Morales, con quien tiene cinco hijos que ya le han dado 3 nietos.
Después de asistir al grupo carismático ‘Misericordia Divina’ en Monroe, decidió acercarse más a Dios y recibió el llamado al diaconado. Su aceptación como candidato fue uno de los momentos más felices que experimentó, “porque decía que cómo Dios, en su infinita misericordia y amor, siendo Él tan perfecto, ponía su mirada en un pecador como yo para predicar su Evangelio”.
El Diácono Margarito Franco Torres servirá en la parroquia Nuestra Señora de Lourdes en Monroe.
Eduardo Bernal
Salvadoreño, nacido en la ciudad capital, San Salvador, el 25 de diciembre de 1968. Sus padres, Carmen Montes y Francisco Bernal Cruz, así como su hermana, Gloria Marina Rivas Montes, disfrutan ya de la paz del Señor.
En 1990, huyendo de la guerra civil desatada en El Salvador, se instala en Estados Unidos. Según él mismo refiere, en 1992 asume su fe católica, “antes de 1992 mi vida de fe era superficial y sin compromiso. Desde 1992 comenzó un proceso que todavía continúa dando frutos de misericordia”.
Casado con Brenda P. Arroyo por 11 años, el Diácono Bernal tiene una hija, Mónica I. Bernal-Arroyo, de 8 años.
En 2018 fue aceptada su solicitud al programa de formación para el Diaconado permanente de la Diócesis de Charlotte, lo que representó para él una gran alegría “y la oportunidad de poder discernir si este llamado que sentía al diaconado permanente era realmente lo que Dios pide de mí”.
La formación académica, reconoce, fue un reto para alguien que no tuvo una experiencia universitaria. El Diácono Bernal espera “servir como ministro ordenado al pueblo de Dios en lo que se me pida desde mi parroquia y diócesis” y ha sido designado por el Obispo Jugis a servir en la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe en Charlotte.
Herbert Quintanilla
Nacido en San Vicente, El Salvador, en julio de 1971, está casado desde 2004 con Guadalupe Quintanilla, con quien tiene siete hijos: Luis (29), Alejandro (27), Gabriela (25), Tiffany (22), Sofia (15), Mateo (12) y Andrés de 10 años.
Arribó a Estados Unidos en 1981, siendo aún niño, en compañía de sus padres.
Respecto a su llamado al servicio, afirma que durante una Misa sintió el deseo de servir a Dios. “A los pocos días, uno de los diáconos de la parroquia me preguntó si no había pensado en el diaconado. Le contesté que sí y me guió en cuanto al primer punto de contacto para iniciar mi proceso”.
Recibió la aceptación como candidato al diaconado a través de un correo electrónico que recibió el día de su cumpleaños. “Representó una alegría muy grande.
Fue uno de los pasos más importantes y de mucha esperanza, pues el ser aceptado solo es el inicio de este largo proceso y camino que no siempre termina en la ordenación”.
Las clases y estudios, la nueva rutina de estudios y coordinar el tiempo de estudio, clases, trabajo y familia, fue el reto que tuvo que afrontar en su camino al diaconado.
Ya ordenado, el Diácono Quintanilla afirma que se encuentra deseoso de “servir en mi parroquia, ponerme a la orden de cualquiera de las necesidades que pueda cubrir de acuerdo a lo que mi párroco me asigne”.
El Diácono Quintanilla servirá en la parroquia San Vicente de Paúl en Charlotte.
Francisco Piña
Originario de Querétaro, México, nació el 27 de marzo de 1971, en la familia de Galdina Luna Castro y Francisco Piña Herrera, formada por diez hijos, cuatro mujeres y seis varones. En agosto de 1991, con 20 años de edad, emigra a Estados Unidos buscando una mejor oportunidad de vida.
En diciembre de 2004 contrajo matrimonio civil con su esposa, Viviana María Piña, con la que tiene tres hijos: Lilia Oriana Piña, de 25 años; Leila Denise Piña, de 21; y José Manuel Ramírez, de 22.
En diciembre de 2009, después de recibir el sacramento del matrimonio, se reintegró a la vida plenamente católica.
“Siempre pensé que yo debía ser la cabeza de mi hogar, como Cristo es para la Iglesia, y que tenía que dar el ejemplo a mis hijos y a mi esposa”. Ser recibido como candidato al diaconado representó para él una oportunidad más para seguir conociendo a Dios.
En la etapa de formación, lo más difícil cree fue la preparación de los ensayos y la exposición de las homilías en inglés. “Tal vez la barrera que los hispanos tenemos con el idioma nos hace trabajar un poco más en estas materias”, anotó. Ya ordenado, piensa trabajar fuertemente con la comunidad. “Dentro de la Iglesia, los ministerios con los que me gusta trabajar son PreCana y matrimonios”.
El Diácono Piña ha sido designado por el Obispo Jugis a servir en la parroquia San Luis Gonzaga en Hickory.