'Esforzarse por preservar la unidad del espíritu a través del vínculo de la paz', anima el obispo Jugis a los nuevos sacerdotes
HUNTERSVILLE — La Iglesia universal se mostró a plenitud el sábado cuando el Obispo Peter Jugis ordenó a los sacerdotes Juan Miguel Sánchez y Joseph Wasswa, originarios de México y Uganda, respectivamente.
El Obispo Jugis, nativo de Charlotte, presidió la alegre Misa de ordenación en la Iglesia San Marcos, que se llenó al máximo con familiares y amigos de los nuevos sacerdotes. Este año también asistieron más sacerdotes de la diócesis y visitantes de muchas etnias, ya que se han levantado las restricciones por la pandemia de COVID-19.
Sentados frente el santuario al comienzo de la misa, ambos hombres fueron presentados para la ordenación al obispo por el Padre Christopher Gober, director de vocaciones de la diócesis.
“Reverendísimo Padre, la Santa Madre Iglesia le pide que ordene a estos, nuestros hermanos, a la responsabilidad del sacerdocio”, dijo el Padre Gober. Tras la pregunta del Obispo Jugis sobre la dignidad de los candidatos, el Padre Gober lo afirmó y el Obispo Jugis los aceptó para la orden sacerdotal. La congregación reaccionó otorgado un fuerte aplauso.
"El Señor se acerca a nosotros hoy para consagrar a estos dos hombres con la gracia del sacerdocio. Se conforman a Jesucristo, el Sumo Sacerdote, por la acción del Espíritu Santo, y se convierten en verdaderos sacerdotes del nuevo pacto de salvación", dijo el Obispo Jugis al comenzar su homilía.
"Queridos hermanos, Diácono Juan Miguel Sánchez y Diácono Joseph Wasswa, el Señor los ha llamado: 'Vengan, síganme' - y ustedes han seguido ese llamado preparándose con oración y conciencia a través de los años de formación. Los hemos elegido hoy para el orden sagrado del sacerdocio".
Las escrituras leídas durante la Misa "nos recuerdan el ministerio de salvación para el cual están siendo ordenados", dijo el Obispo Jugis a los dos hombres.
"San Pablo escribió: esfuérzate por preservar la unidad del espíritu mediante el vínculo de la paz. Un cuerpo y un Espíritu, como también están llamados a la única esperanza de su llamado: un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, que está sobre todo, por todos y en todos”.
— Monseñor Peter Jugis, en su mensaje a los dos nuevos sacerdotes de la diócesis.
Refiriéndose al Evangelio de Juan leído durante la misa, el Obispo Jugis señaló: “Él da su vida por nosotros. Este es el sacrificio de Cristo que debes ofrecer a Dios en la Santa Misa, por la salvación del mundo y la santificación y salvación de los fieles de Cristo. A través de los sacramentos, están ejerciendo el sagrado oficio de santificar, santificando las almas y templos del Espíritu Santo mediante la gracia santificante del bautismo, purificando las almas del pecado mediante el sacramento de la penitencia, dando fuerza y consuelo a las almas mediante el sacramento de la unción de los enfermos".
"La gracia de la pasión salvadora, muerte y resurrección de Jesús debe ser comunicada a los fieles a través de su ministerio sacerdotal", les dijo.
Luego continuó: “Todo tu ser está ungido por el Espíritu Santo a través de este sacramento, con el carácter espiritual indeleble que te configura a Cristo el Sumo Sacerdote. ¡Qué unción reciben como sacerdotes de Cristo!".
El Obispo Jugis también suplicó a los nuevos sacerdotes que promuevan la unidad y la paz en su ministerio, siguiendo a Jesús el Buen Pastor como modelo.
"San Pablo escribió: esfuérzate por preservar la unidad del espíritu mediante el vínculo de la paz. Un cuerpo y un Espíritu, como también están llamados a la única esperanza de su llamado: un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, que está sobre todo, por todos y en todos.”
Después de la homilía, el Obispo Jugis les hizo a los hombres una serie de preguntas para expresar su deseo y disposición de ser ordenados sacerdotes y cumplir con las responsabilidades que conlleva la ordenación. Luego, uno a uno, los hombres se acercaron al obispo, colocando sus manos en las suyas para significar obediencia a él y a la Iglesia.
Siguió la Letanía de la Súplica, durante la cual los hombres se postraron ante el altar mientras el Obispo Jugis y todos los reunidos en la Misa se arrodillaban en oración y se cantaba la Letanía de los Santos.
Luego se levantaron y se acercaron al obispo, quien les impuso las manos en la cabeza. Durante este momento solemne, el Obispo Jugis oró en silencio para que el Espíritu Santo descendiera sobre ellos.
Otros sacerdotes de la diócesis se turnaron para imponer las manos a los sacerdotes recién ordenados, uniéndose al obispo para invocar al Espíritu Santo.
Momentos después, el padre Julio Domínguez, director diocesano del Ministerio Hispano, invistió al Padre Sánchez. El Padre Wasswa fue investido por el abad benedictino Placid Solari de la Abadía de Belmont.
Durante la Comunión, cada uno de los sacerdotes recién ordenados pudo ofrecer la Eucaristía, que consagraron junto con el Obispo Jugis y los demás sacerdotes presentes, a sus seres queridos y feligreses de sus parroquias de origen.
Al final de la Misa, el Obispo Jugis anunció que se asignará al Padre Sánchez como vicario parroquial en la Iglesia San Mateo en Charlotte y que también se desempeñará como capellán asistente en Charlotte Catholic High School. Además, el Padre Wasswa ha sido asignado como vicario parroquial en la Iglesia Nuestra Señora de Gracia en Greensboro.
— SueAnn Howell y Kimberly Bender, Catholic News Herald. Fotos SueAnn Howell y Patricia Guilfoyle
