El Obispo Peter Jugis ingresó a la Catedral San Patricio en medio de un mar de estolas rojas el 10 de agosto para celebrar la Misa de la Afirmación de las Promesas de Ordenación de los diáconos permanentes, que se celebra anualmente por la fiesta de San Lorenzo, diácono y mártir.
Este año, durante la Misa, el Obispo Jugis también instaló en el Ministerio de Lector a 13 candidatos para el diaconado permanente. Este es el segundo paso en el proceso, después de haber completado el Rito de Candidatura en agosto pasado.
Joseph Becker, Eduardo Bernal, Carl Brown, Margarito Franco, Charles Hindbaugh, Todd Labonte, John Langlois, Thomas Martin, William Melton Jr., Richard Michaels, Francisco Piña, Herbert Quintanilla y Joseph Smith se presentaron ante el Obispo Jugis cuando fueron llamados durante la misa.
En su homilía, el Obispo Jugis dijo que “el Señor nos da un día alegre al presenciar que nuestros hermanos diáconos afirman sus promesas de ordenación y que nuestros candidatos a diáconos son instituidos en el Ministerio de Lector. Es una alegría ver a todos ustedes ofreciéndose para el ministerio de la Iglesia”. Luego explicó las responsabilidades de los diáconos al convertirse en lectores.
“Ahora tendrán un encargo muy especial dentro de la Iglesia al servicio de Jesús. Hay varias cosas de las que ustedes serán responsables”, dijo. “Lo más importante será la proclamación de la Palabra de Dios en la Misa. Ustedes y sus voces están al servicio de Dios para comunicar su palabra, su mensaje de salvación para su pueblo. Y a través de esas palabras de Dios que pronunciará, Dios está ofreciendo a su pueblo alimento espiritual a través de su palabra y formándolos, formando sus corazones, formando sus mentes y conciencias en su enseñanza”.
“El Señor les da las gracias que necesitan para cumplir este ministerio especial”, dijo. “Pero ustedes también deben hacer su parte. Deben cultivar esa gracia, a través de su oración y a través de una amistad íntima con Jesús para que crezcan en santidad mientras ejercen su ministerio”.
Todos nosotros tenemos la obligación de crecer en santidad, enfatizó el obispo.
“Niéguense a sí mismos y síganlo. Deben morir a sí mismos para seguirlo. En otras palabras, Jesús debe poseer el primer lugar en sus corazones”.
“Niéguense a sí mismos, dejen que la gente vea a Cristo”, dijo. “Que todos vean en ustedes a siervos que aman y son fieles al Señor”.
Después de la homilía, uno a uno los candidatos se acercaron al Obispo Jugis y arrodillaron extendiendo la mano para sostener el leccionario que les extendía mientras les confería el Ministerio de Lector.
El padre Brian Becker, vicario parroquial de la Iglesia San Marcos, cuyo padre Joseph Becker fue instituido como lector en la misa, compartió que se sintió conmovido por las palabras del obispo en su homilía al reflejar el ministerio del lector.
“Cuando las Escrituras se proclaman en la liturgia, es Dios quien habla a su pueblo. Entonces, la alegría que celebramos al incorporar a mi padre en el Ministerio de Lector es que se está convirtiendo en ese canal a través del cual Nuestro Señor habla humanamente a su pueblo”, dijo el Padre Becker. “Es algo alegre para celebrar: ser un instrumento en la salvación de Nuestro Señor. Yo mismo he experimentado eso, y ahora puedo ver a mi padre ser parte de ese canal que Nuestro Señor nos da gratuitamente. Es una alegría ser parte de ello”.
“Asumir el papel de lector en la Iglesia y posiblemente avanzar hacia el diaconado, solo puede suceder con la gracia de Dios”, dijo Joseph Becker. “Solo va a suceder si muero a mí mismo y recibo la gracia de Dios para hacer lo que Él quiere que haga. Arrodillarse ante el obispo lo hizo muy real”.
Charles Hindbaugh, de la Iglesia Nuestra Señora de las Américas en Candor, dijo que “es un momento especial cuando toda la Iglesia puede celebrar que estamos tomando medidas para servir a Dios”.
Francisco Piña, de la Iglesia San Luis Gonzaga en Hickory, comentó que “el día de hoy realmente significa mucho para mí. Siento que es una gran responsabilidad recibir la Biblia para que podamos proclamarla. Es una gran peso porque se supone que debemos ser un heraldo para Jesús”.
El diácono Scott Gilfillan, director de formación del programa de diaconado permanente, dijo que “los hombres han trabajado muy duro para llegar a este punto. He visto un gran crecimiento en el último año, no solo académicamente, sino también espiritual, emocional y pastoral. Sus matrimonios se han vuelto aún más fuertes y centrados en la oración. Para mí, ver este tipo de crecimiento es la parte más satisfactoria de ser el director de formación”.
“Hoy es un paso más en el discernimiento de estos candidatos, junto con sus esposas”, dijo el Diácono John Martino, director del programa de diaconado permanente. “Que su fe y la de aquellos a quienes tocan se fortalezcan como lectores instituidos de la Iglesia de Charlotte”.
Los trece candidatos han sido programados para ser instituídos como acólitos en 2020. Se espera sean ordenados al diaconado permanente en 2021.