CHARLOTTE — A fines de julio concluirán las sesiones regulares del primer taller para parejas ‘Escuela de Matrimonios’ organizado por el Ministerio Hispano del Vicariato de Charlotte, una experiencia nueva en la que participan únicamente parejas casadas por la Iglesia.
“Es un taller”, afirmó Eduardo Bernal, coordinador del Ministerio Hispano que tiene a cargo la organización del evento. “No es un encuentro ni un retiro porque se les da a las parejas, al esposo y a la esposa, un libro de trabajo y ellos tienen que participar. Una parte es la que brindan los expositores y la otra es la que aportan los participantes de su propia experiencia de vida como casados”.
Las jornadas, según Bernal, “refuerzan y profundizan en lo que significa el sacramento del matrimonio, sus valores, lo que la Iglesia dice sobre este sacramento, cómo fortalecer la relación de la pareja, cómo poder entregarse de una mejor manera el uno al otro, cómo crecer en virtudes, cómo ser más consciente de que la pareja elegida es el camino hacia Jesús y cómo, a través de nuestro caminar juntos, vamos a poder llegar al reino de los cielos”.
Respecto a la oferta del taller únicamente para parejas casadas, Bernal aclara que debe ser así debido a que se conversa sobre la experiencia vivida, el rito, sus bases fundamentadas en el Antiguo y Nuevo Testamento.
“También, al hablar del vínculo matrimonial, tocamos temas interesantes como la comunicación en la pareja, el lenguaje del amor. La finalidad es que, al término de las siete sesiones que estamos haciendo en casi dos meses, estas parejas compartan lo que han visto y experimentado con otras parejas, pero ya en sus vecindarios, en donde viven”, dijo el coordinador.
Así pues, al expandir el alcance y con ayuda de materiales proporcionados por el Vicariato, buscan que los participantes sigan hablando de sus experiencias en esta vida sacramental, “de pareja, de familia y para que sean luz entre sus familiares, amigos y otras parejas en su comunidad de fe”.
“De esta manera, estamos tratando de fortalecer la vida de la familia y resaltar lo importantísimo que es entender el sacramento del matrimonio en sí, de la pareja como verdaderamente es, como una relación entre un hombre y una mujer, en un mundo como el de hoy”, añadió Bernal.
Al taller, las parejas asisten acompañadas de sus hijos, jóvenes y niños, a quienes -gracias a voluntarios- se les ofrece paralelamente actividades propias para su edad.
Israel Rivas, miembro de la Pastoral Juvenil ‘Nueva Alianza’ de la parroquia San John Neumann, dijo estar presente en apoyo del taller y tener a su cargo a los jóvenes que acompañan a sus padres a las reuniones.
“Honestamente son pocos”, dijo, pero “siempre se mantienen activos pues cuando empiezan a vivir nuevas experiencias se dan cuenta que hay una necesidad que ellos persiguen, sienten, se contagian de ella” y pueden “encontrar a Jesucristo”.
ANUNCIAN TALLER
El próximo taller, anunció Bernal, se llevará a cabo en otoño, pero en esta ocasión los facilitadores serán Gonzalo Pulgarín y Adriana Plata, un matrimonio que se congrega en la Iglesia San Lucas, Mint Hill, y que colabora con la Pastoral de Familia por varios años.
Pulgarín dijo estar contento de estar recibiendo la formación en la actual ‘Escuela de Matrimonios’ y espera “con un poco de nerviosismo” extender esta función para llegar a más parejas casadas.
Su esposa, Adriana, asegura que el taller la ha ayudado a ver ciertas áreas en las que debe mejorar para edificar bien su matrimonio, que considera un proceso, “un trabajo de día a día”, que no está exento de problemas y preocupaciones.
“Todo ser humano pasa por diferentes situaciones. El estar con Dios en nuestra vida, el que sea el centro del vínculo matrimonial nos ayuda a superar las situaciones que se presentan en la vida de pareja”, subraya.
Bernal afirmó que “el tener testimonio de parejas que están todos los días tratando de vivir su santidad en una vida de oración, criando a los hijos de la mejor manera posible, dándoles valores cristianos”, fortalece y anima a otras parejas a seguir en el camino correcto.
“Uno sabe ya que no está solo, sino que hay muchos que también están haciendo lo suyo por tratar de ser luz dentro de sus comunidades y familias”.
El coordinador se siente bendecido por lo que ha podido aprender en la tarea de facilitador de este taller, función que comparte con su esposa Brenda.
“Yo soy una vocación tardía al matrimonio. Me casé a los 41. A los 44 me convertí en papá. Para mí, escuchar testimonio de parejas que llevan 30 años de casados es como proyectarme al futuro y decir que, con la gracia de Dios, ahí estaremos en 20 años. Lo que estoy viviendo es nuevo y los participantes nos están regalando muchos consejos, muy buenos, que nos van a servir para enriquecer nuestras vidas”.
— César Hurtado, Reportero hispano
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