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Muchos aceptan el llamado a servir al Señor con coraje

062119 sem updateLa Diócesis de Charlotte ordenó su primer sacerdote en 1974, solo dos años después de su creación, y desde entonces el número de clérigos ha seguido creciendo en la misma medida que la diócesis.

Los cuatro obispos, comenzando por el primero, el Obispo Michael Begley, terminando con el actual, Obispo Peter Jugis, han alentado a los fieles a apoyar a las personas que siguen vocaciones religiosas y a orar por un aumento en las vocaciones. Ese apoyo y oraciones, semillas plantadas en tierra fértil, han llevado la presencia de Cristo a todos los rincones del oeste de Carolina del Norte. Y la diócesis está experimentando un auge de vocaciones, con más personas discerniendo el sacerdocio, diaconado permanente y la vida religiosa, especialmente en la última década.

A medida que la población católica residente en el oeste de Carolina del Norte se ha incrementado, desde aproximadamente 35,000 cuando se estableció la diócesis en 1972, hasta llegar a los 450,000 actuales, el número de personas que sirven en la Iglesia local también ha aumentado. En las 92 parroquias y misiones de la diócesis, 81 sacerdotes diocesanos y 135 diáconos trabajan al servicio al pueblo de Dios, frente a 72 sacerdotes y 96 diáconos hace una década. Cerca de dos docenas de órdenes religiosas de hombres y mujeres, aproximadamente 36 sacerdotes religiosos, 128 hermanas y 11 hermanos religiosos también sirven en la diócesis.

FORMACIÓN SACERDOTAL

Para este otoño, se anticipa que la diócesis tendrá 39 hombres estudiando para el sacerdocio, incluidos 15 seminaristas en tres seminarios principales en Estados Unidos y Roma, y más de dos docenas de estudiantes en el Seminario Universitario San José en Charlotte.

Fundado en 2016, el seminario universitario ha sido un imán para las vocaciones, ya que los hombres jóvenes han respondido a la oportunidad de estudiar y discernir una vocación religiosa cerca de sus hogares y parroquias. Es el único seminario universitario ubicado entre el norte de Virginia y el sur de Florida.

Las inscripciones han crecido más rápido de lo que la Diócesis había anticipado, de ocho estudiantes en su primer año a 20 durante el año académico 2018-2019. El seminario universitario ha atraído hombres de toda la diócesis, representando a ocho de los diez vicariatos con los que cuenta.

El creciente interés en el seminario universitario ha impulsado a la diócesis a ampliar las viviendas para los estudiantes cerca del campus de la Iglesia Sta. Ana. Los jóvenes ya llenan tres casas adyacentes a la iglesia, y se está renovando una cuarta para acomodar a más personas este otoño.

En septiembre pasado, la diócesis comenzó la construcción de un edificio a unas dos millas de Belmont Abbey como sede permanente del seminario universitario. La estructura de acero del sector residencial fue recientemente levantada y se vertieron las losas de concreto del primer y segundo piso. Pronto se completarán otros trabajos estructurales y luego, en julio, los trabajadores comenzarán con la fachada. Si el clima colabora, el marco y el techo deberían estar completos y las ventanas podrían estar instaladas para fines de julio. Los trabajos de plomería, mecánicos y eléctricos también estarán terminados, al menos a un 50% para ese entonces.

Se espera que el edificio de estilo gótico de dos pisos se complete sustancialmente en marzo de 2020.

Incluirá una capilla, aula, biblioteca, salas de conferencias, cocina y refectorio (cafetería), oficinas de la facultad y una habitación para oradores y sacerdotes visitantes. También incluirá 40 dormitorios o “celdas” para los seminaristas universitarios. Se planearon originalmente 20 celdas, pero la inscripción en el seminario universitario ya excedió esa proyección.

El seminario universitario sigue creciendo a medida que su ubicación permanente comienza a tomar forma, y no solo con el aumento del número de matriculados. La campaña de recaudación de fondos recientemente superó los $ 9.5 millones de su meta de $ 20 millones, incluyendo a dos donantes que se comprometieron con un total de $ 3 millones.

El creciente interés en las vocaciones sacerdotales es bienvenido por el Obispo Jugis, quien ha comentado que, “aunque el número de sacerdotes que sirven a nuestra diócesis ha aumentado en un 76 por ciento desde su fundación en 1971, el número de católicos ha incrementado en un 900 por ciento. Además, se han retirado trece sacerdotes en los últimos diez años, y aún se espera que 27 más se retiren en los próximos diez años. Pese a que hemos sido bendecidos con muchos buenos y santos sacerdotes, necesitamos más para satisfacer las necesidades de nuestro rebaño que crece rápidamente”.

El 22 de junio, tres hombres serán ordenados al sacerdocio para la diócesis por el Obispo Jugis, él mismo una vocación local.

El Padre Matthew Kauth, rector del Seminario Universitario San José, está asombrado por el número de hombres que están discerniendo un llamado al sacerdocio. “Sabíamos que las vocaciones a menudo brotan en un corazón en el momento en que un joven comienza a preguntarse: ‘¿Para qué viviré?’. Lo que no sabíamos es que 31 hombres en cuatro años académicos podrán mirar nuestro nuevo seminario en ciernes y decir: ‘Para eso viviré. Viviré para Cristo como su sacerdote’”.

“Los números simplemente han sido asombrosos y no hay un final a la vista”, añadió el Padre Kauth. “Ahora debemos construir para que podamos estar bajo un mismo techo en lugar de muchos. Ellos han respondido al llamado al sacrificio, y ahora debemos responder al llamado al apoyo”.

DIACONADO PERMANENTE

Desde 1980, cuando la Diócesis de Charlotte estableció un Ministerio de Diaconado Permanente, hasta hoy, el diaconado permanente ha florecido de manera similar a la diócesis. El Obispo Begley ordenó diecinueve hombres en la primera promoción de diáconos permanentes el 29 de mayo de 1983. En las dos últimas ordenaciones, en 2014 y 2018, hubo un total de 31 diáconos ordenados para la diócesis. Hoy son 135 diáconos permanentes los que sirven en los ministerios de la Palabra, Altar y Caridad. Y el flujo constante de hombres interesados en el diaconado permanente continúa, con 18 aspirantes en el programa. De ellos se seleccionará una nueva promoción de candidatos este verano para comenzar su formación a fines de agosto.

RELIGIOSOS CONSAGRADOS

Cuando se formó la Diócesis de Charlotte, 15 comunidades religiosas de hombres y mujeres estaban activas en la diócesis. Hoy en día son 23. Actualmente hay 128 religiosas activas que ministran en el oeste de Carolina del Norte. Las parroquias alrededor de la diócesis son testigos de feligreses, hombres y mujeres jóvenes, que ingresan a las órdenes religiosas y dicen “sí” al llamado del Señor.

‘CORAJE PARA TOMAR RIESGOS’

En su mensaje en la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones de 2018, el Papa Francisco dijo que “toda vocación es una convocatoria no para estar en la orilla, con las redes en la mano, sino para seguir a Jesús en el camino que Él ha marcado para nosotros, para nuestra propia felicidad y por el bien de quienes nos rodean”.

Añadió que el llamado del Señor hace que aquellos que responden a su llamado a servir a la Iglesia en el sacerdocio y la vida religiosa “sean portadores de una promesa y, al mismo tiempo, nos pidan el coraje para arriesgarnos, con Él y por Él.”

El Santo Padre declaró que abrazar esta promesa naturalmente exige el coraje de arriesgarse a tomar una decisión.

“Los primeros discípulos, llamados por Jesús a ser parte de algo más grande, ‘dejaron sus redes de inmediato y lo siguieron’ (Mc 1:18). Responder a la llamada del Señor implica ponernos en primera fila y enfrentar un gran desafío. Significa estar listo para dejar atrás cualquier cosa que nos mantenga amarrados a nuestro pequeño bote y nos impida tomar una decisión definitiva”, dijo.
“Estamos llamados a ser audaces y decididos en la búsqueda del plan de Dios para nuestras vidas. Al observar el vasto ‘océano’ de la vocación, no podemos contentarnos con reparar nuestras redes en el bote que nos da seguridad, sino que debemos confiar en la promesa del Señor”.
— SueAnn Howell, Reportera senior