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El Padre Vincent Finnerty deja Charlotte después de 24 años en la diócesis

CHARLOTTE ­— El pasado domingo 2 de junio, después de pronunciar su última homilía en la primera Misa celebrada por el Padre Leo Tiburcio, una vocación local impulsada por él mismo, el Padre Vicente Finnerty dejó la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe en Charlotte.

062119 Father FinnertyEl Padre Vicente llegó a Charlotte en mayo de 1995, invitado por el Obispo Curlin para dirigir la Pastoral Hispana. Expandió el Ministerio Hispano, desarrolló de la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe y estableció la celebración de ‘La Morenita del Tepeyac’ cada 12 de diciembre en el Coliseo Bojangle’s, entre muchos otros logros. (César Hurtado | Catholic News Herald)Padre Vicente había dejado ya la parroquia hace algunos meses y se encontraba en descanso vacacional por un tiempo. Para quienes tuvieron el gusto de conocerlo y trabajar de cerca con él, pese al entusiasmo y alegría que ponía en las acciones y proyectos que emprendía, se encontraba un poco cansado.

Siguiendo su estilo modesto y de pocas palabras en cuanto a su trabajo se refiere, el Padre Vicente no pudo encontrar un momento para conversar sobre su trabajo y logros durante su permanencia en la Diócesis de Charlotte, la que se remonta a mayo de 1995, cuando invitado por el Obispo William Curlin, llegó a la Ciudad Reina para hacerse cargo de la Pastoral Hispana.

Con el padre Vicente se impulsó a nivel diocesano la publicación de ‘Comuniquémonos’, un suplemento informativo en español que se agregó a las páginas de nuestra publicación, ‘The Catholic News and Herald’, como era llamada anteriormente. Lamentablemente, después de algunos años, en 1999, se dejó de distribuir.
Al Padre Vicente también se le debe la expansión del Centro Hispano y el desarrollo de la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe en el oeste de la ciudad. La celebración de ‘La Morenita del Tepeyac’ cada 12 de diciembre en el Coliseo Bojangles es otro de sus logros.

Pero muchos de sus aportes, quizás el mayor número, permanece en silencio, oculto bajo su propio pedido de anonimato. Sin embargo, como él mismo nos lo dijo una vez, la comunidad hispana de Charlotte sabe que si tiene un problema serio, “siempre va a encontrar apoyo aquí, en la Lupita”.

En aquella ocasión el Padre Finnerty nos comentó que su familia, de escasos recursos, era muy numerosa y, gracias a una beca, pudo formarse para luego ser sacerdote. Su vocación lo puso en camino de la orden de San Vicente de Paúl y sus viajes a Latinoamérica lo hicieron ver una realidad de pobreza material y riqueza espiritual que desconocía, naciendo su amor e interés por los hispanos.

A los 27 años fue enviado a Panamá, después de ser ordenado sacerdote en mayo de 1979. En 1986 se le trasladó a México donde fue director espiritual del seminario vicentino. Tras su asignación en Charlotte ha sido trasladado por su congregación al estado de Alabama.

Gracias a la colaboración de un grupo de jóvenes de su parroquia, pudimos acceder a testimonios de feligreses como Haydeé García, quien conoce al Padre Vicente desde su llegada a Charlotte. Ella y otros fieles fueron invitados a trabajar a su lado. “Para mí es mi pastor, mi guía espiritual, mi amigo, mi hermano, mi papá y un miembro de mi familia”, dijo.

Otto García, feligrés, dijo haber aprendido del Padre Vicente la humildad y el servicio al prójimo. “Lo extrañaré y siempre estará en mis oraciones”, anotó.

“Nunca podré decir con palabras el significado que ha tenido en mi vida y la de mi familia”, dijo Hortensia González (nombre ficticio para proteger la identidad de la persona), quien confiesa atender “no mucho” a Misa. “El Padre Vicente nos ayudó en momentos muy difíciles, cuando mi esposo tuvo problemas con Inmigración. Su recuerdo seguirá siempre conmigo mientras viva”, dijo muy emocionada.

Según información extraoficial, el Obispo Peter Jugis habría recibido de la orden Vicentina la recomendación de nominar al también sacerdote vicentino, Padre Gregorio Gay, como pastor de la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, quien tomó interinamente la posición de pastor desde la partida vacacional del Padre Vicente.

El Padre Gregory Gay, C.M. nació en Baltimore el 8 de octubre de 1953. Ingresó a la Congregación de la Misión Vicentina en agosto de 1973. Educado en el Seminario de María Inmaculada en Northampton, PA, recibió el grado Master en Divinidad y Teología. Fue ordenado el 24 de mayo de 1980 como miembro de la Provincia Oriental de Estados Unidos.

— César Hurtado, Reportero hispano


Palabras del Padre Vicente

“Hoy mi corazón se dirige hacia la gratitud y la esperanza. Quiero unir mi corazón con el de Jesús. Te doy gracias Padre porque has ocultado estas cosas de la gente sabia y bien entendida de este mundo, y la has revelado a la gente sencilla, la gente pobre, la gente que no cuenta para nada. Hoy encuentro una convicción en mi corazón, a veces apenas latiendo, a veces con muchas ganas de salir del pecho. Es la convicción que creo”.
— Padre Vicente Finnerty