WASHINGTON, D.C. — El Obispo Joe S. Vásquez, de Austin, Presidente del Comité de Migración de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos recibió con agrado la aprobación por parte de la Cámara de Representantes del “American Dream and Promise Act of 2019 (H.R. 6)”, una legislación que proporcionaría un camino hacia la ciudadanía para los beneficiarios que califiquen de los Programas de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), Estatus de Protección Temporal (TPS) y Salida Forzosa Diferida (DED).
“Este es un gran paso para los Dreamers (Soñadores amparados por DACA) y los titulares de TPS que han llamado a los Estados Unidos su hogar, pero que han estado trabajando y viviendo en la incertidumbre durante años”, dijo el Obispo Vásquez. “Los beneficiarios de DACA, TPS y DED están trabajando para fortalecer nuestras comunidades y parroquias y son contribuyentes vitales para nuestro país. Damos la bienvenida al voto de hoy e instamos al Senado a que adopte esta legislación que brinda protección permanente a los titulares de DACA, TPS y DED”.
En marzo, el Comité de Migración emitió un comunicado de apoyo firmado por el Obispo Vásquez en el que explicaba los beneficios de la propuesta de ley y urgía a los legisladores a actuar favorablemente.
“Mis hermanos obispos y yo creemos en la protección de la dignidad de todo ser humano, especialmente de los niños y las familias. Los Obispos Católicos hemos apoyado a los Soñadores y a los poseedores de TPS, así como a sus familias. Reconocemos y admiramos a estas personas como colaboradores en nuestra economía, en el estándar académico de nuestras universidades y como líderes en nuestras parroquias. Es nuestro deber moral, y por el interés de nuestra nación, protegerlos y permitirles alcanzar el pleno potencial que Dios le ha dado”, expresaba el documento.
A finales de mayo, durante una gala organizada por Servicios Legales Católicos en Miami, el arzobispo de Miami, Thomas G. Wenski, que ha estado involucrado en temas de inmigración por muchos años, dijo que el sistema migratorio actual está convirtiendo a los inmigrantes en una “subclase aprobada legalmente”, parecida a lo que hicieron las leyes de Jim Crow a los afroamericanos en los años después de la Guerra Civil.
Añadió que los “Dreamers”, los jóvenes que califican para quedarse en el país bajo la Acción Diferida para los Llegados en la Niñez, vinieron a los Estados Unidos de niños y están pidiendo la ciudadanía. “Hablan como (norte) americanos; comen como (norte) americanos, y piensan como (norte) americanos”, dijo. “Debemos concederles la oportunidad de soñar como (norte) americanos”.
Mientras tanto, la crisis en la frontera sur con México ha llevado al límite los servicios de atención de Caridades Católicas y otros servicios diocesanos a la multitud de migrantes que llegan huyendo de la violencia social y económica existente en sus países, especialmente centroamericanos.
Un experto nacional resumió la situación en dos palabras: “Bastante dura. Caridades Católicas y los servicios diocesanos están abrumados”.
William Canny, director ejecutivo de Servicios de Migración y Refugiados para la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, añadió una nota de esperanza: “Pero hay un enorme espíritu de voluntariado. Así que estamos a presión, pero nos sentimos bien”.
— Condensado de CNS