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CHARLOTTE ­— Tras el V Encuentro del Ministerio Hispano en Estados Unidos, que se realizó en Grapevine, Texas, en septiembre de 2018, los delegados de la Diócesis de Charlotte continúan trabajando para poner en marcha y evaluar los avances en los acuerdos alcanzados en la importante cita.

052419 VUn grupo de los delegados que asistieron al V Encuentro realizado en Texas el año pasado. Las conclusiones de trabajo ya se están aplicando en los Vicariatos de la Diócesis de Charlotte. (César Hurtado) CHARLOTTE ­— Tras el V Encuentro del Ministerio Hispano en Estados Unidos, que se realizó en Grapevine, Texas, en septiembre de 2018, los delegados de la Diócesis de Charlotte continúan trabajando para poner en marcha y evaluar los avances en los acuerdos alcanzados en la importante cita.

El V Encuentro, que reunió a más de 3,000 líderes y delegados de la Pastoral Hispana/Latina de diócesis, movimientos eclesiales, escuelas, universidades y organizaciones católicas de todo el país, tuvo como propósito compartir las experiencias de la feligresía de las catorce regiones del país y llevar la voz de los fieles latinos, a través de sus delegados, para dar respuesta a las crecientes necesidades de la comunidad católica hispana.

La primera semana de mayo de este año los coordinadores de los equipos regionales tuvieron la oportunidad reunirse para escuchar, discernir y celebrar los muchos frutos que el V Encuentro ya rinde. Adicionalmente, este equipo prepara la publicación de las Memorias y Conclusiones del V Encuentro, y ultima los detalles de los talleres regionales de seguimiento al proceso del V Encuentro, los cuales iniciarán este otoño y terminarán durante la primavera de 2020.

Según el documento de trabajo de la Diócesis de Charlotte sobre el V Encuentro, pese a que el 52% de la población católica es de origen hispano, de las 96 parroquias en todo el territorio diocesano, solo 64 de ellas prestan servicios en español a una comunidad latina talentosa, trabajadora, religiosa y con un concepto arraigado de unidad familiar.

ÁREAS DE TRABAJO

Eduardo Bernal, coordinador del ministerio hispano del Vicariato de Charlotte, dijo que el equipo de trabajo identificó siete áreas con necesidad de trabajo: pastoral juvenil; formación y acompañamiento espiritual; necesidad de promoción vocacional y ministros bilingües; formación y capacitación de líderes; pastoral familiar; mayor apoyo diocesano; y evangelización y misión.

Respecto a la aplicación de las conclusiones del V Encuentro a nivel local señaló que “estamos yendo a la periferia”, pues “hemos creado la Pastoral de la Salud y estamos en proceso de desarrollo de la Pastoral Juvenil que ya se ha implantado en tres comunidades”. Adicionalmente, el ministerio hispano del Vicariato de Charlotte desarrolla un esfuerzo ecuménico con iglesias cristianas “para poder representar a la comunidad latina mejor frente al condado”, a la par que ha incrementado la presencia hispana en la escuela del programa laical y busca optimizar la coordinación con movimientos apostólicos tales como Emaús, la Renovación Carismática Católica y Apóstoles de la Palabra.

Respecto al entrenamiento en liderazgo para jóvenes y jóvenes adultos refirió que el Instituto Pastoral del Sureste (SEPI), ha tomado la iniciativa en ese sentido y Charlotte participa activamente enviando a sus delegados.

Por su parte Sergio López, coordinador del ministerio hispano del Vicariato de Boone, dijo que concretamente de los siete puntos del V Encuentro los redujeron a tres principales para su área: pastoral familiar, juvenil y formación. “Ahorita estamos trabajando en un retiro para parejas que nos dará un inicio para trabajar con lo que es la pastoral familiar”, para después de ello trabajar con la pastoral juvenil “apoyados por la pastoral familiar”.

Luego resaltó que la formación de líderes ha sido vigorizada y las parroquias participan activamente en los programas que ofrece SEPI, destacando sobre todo la actividad que se desarrolla en las parroquias de las ciudades de Jefferson, Boone y Sparta.

En Gastonia también se está trabajando en los acuerdos logrados tras el V Encuentro, señaló el Padre José Juya, pues están “dinamizando los ministerios en esa dirección”.

“Estamos trabajando con la evaluación y se están creando comités, grupos de base. Se hacen encuentros y cada ministerio está presentando qué es lo que está haciendo y qué es lo que le falta”, dijo P. Juya.

“Es, más que todo, ir descubriendo el proceso de liderazgo y que lo que los líderes hacen no se vuelva rutina sino que se vuelva un proceso dinámico, que responda y cambie de acuerdo a las necesidades”, anotó.

RETRASOS
Reconociendo que existen retrasos en la aplicación local de los acuerdos del V Encuentro, Bernal explicó que se deben a la falta de coordinación y entendimiento “de parte del liderazgo laico de lo que el V Encuentro significa”. Además subraya que el impacto de la cita fue “mediano” porque de las 64 parroquias con presencia hispana, “por una u otra razón” solo participaron 30 y “algunas de una manera muy limitada”.

También señaló que existe un extremo respeto del laicado hacia los ordenados, “que es bueno, pero en ocasiones impide la comunicación” con las autoridades eclesiales. “El respeto debería ser recíproco entre los ordenados y laicos” para así poder “demostrar la real presencia latina que ya no es temporal, es permanente; y no es el futuro sino el presente de la Iglesia Católica en Estados Unidos”.

Bernal asegura que este es un proceso que tomará tiempo y se debe “desarrollar en los próximos 10 a 20 años”. “Nosotros debemos preparar a esta generación que está surgiendo para que se involucre en el proceso, lo viva, lo reflexione y lo aplique”.

Como proceso dinámico y cambiante, Bernal cree que “la Iglesia necesita ver las señales de los tiem-pos y hacer los ajustes de acuerdo a esa realidad”.

— César Hurtado, Reportero hispano