NEWTON — Un numeroso grupo de fieles de la Misión del Santo Rosario de la parroquia San José de esta localidad, se reunió el pasado jueves 25 de octubre para, en su junta mensual, celebrar la finalización del mes del Rosario con procesión, música, oración y un compartir.
Los niños, vistiendo trajes de santos y vírgenes, abrían paso a la procesión de María Santísima portando veladoras y llevando rosarios en sus manos. (César Hurtado)
Decenas de familias se presentaron con sus hijos vistiendo de santos y vírgenes. Los padres de familia relataron que, por tratarse de un día laborable, llegaron apurados de sus labores cotidianas y con el tiempo justo para arribar a casa, ayudar a sus niños con sus trajes y recoger los alimentos o bebidas preparados con antelación para compartir al final de la fiesta.
Después de comenzar con algunos cánticos, inició la procesión de una imagen de la Virgen María cargada por cuatro hermanos y precedida por un hermoso grupo de niños que portaban veladoras. Al rezo de los misterios gozosos, la procesión se dirigió por los terrenos de la iglesia, acompañada por un grupo que alternaba el rezo con cánticos.
Los fieles parecían no sentir el frío que comenzaba a sentirse tras la caída del Sol y con determinación y fe acompañaron la imagen de la Virgen hasta su retorno al salón parroquial.
Ya en el interior, después de colocar la imagen en un pequeño altar, los niños se acercaron a Nuestra Señora para depositar flores delante de ella.
La fiesta siguió con música y oraciones para la Virgen declamadas por los niños presentes. El párroco, Padre James Collins, dió la bendición a los menores y luego el Diácono Darío García tomó la palabra para cerrar la reunión y dar paso al compartir con alimentos.
Florencio Vásquez, uno de los fundadores de la misión, dijo que para algunos el mes del Rosario termina el 31 de octubre, pero “para nosotros continúa porque seguimos con el Rosario Guadalupano” que inicia el 2 de noviembre y por treinta días se reúne en diferentes casas para seguir con 
Los organizadores resaltaron la importancia de incluir a toda la familia en el rezo del rosario, también a los más pequeñines. “Aunque no lo entiendan hoy, mañana será un bonito recuerdo convertido en tradición”, aseguraron. una Novena que concluye en la víspera de la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe.
Como explicó Vásquez, la misión se estableció en 2011 después que, junto con otro hermano, tuvieran la iniciativa de realizar el Santo Rosario en las casas de las familias de la parroquia. La idea fue presentada al Diácono García, coordinador del Ministerio Hispano del Vicariato de Statesville, quien de inmediato dio su aprobación al proyecto.
Sin embargo, no fue sino hasta 2014 cuando la Misión creció y se extendió a otras parroquias del Vicariato utilizando como instrumento la consagración al Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María, un retiro espiritual de 33 días, “donde se lee la historia de cuatro santos que fueron grandes en la Iglesia dedicados a la devoción del Santo Rosario”, apuntó el fundador.
Artemio Alvarado, coordinador del Ministerio del Santo Rosario, dijo que para él “el rezo del rosario es algo que nos fortalece en nuestra vida espiritual” y “cada Ave María del Rosario es una rosa que le estamos regalando, le estamos diciendo a mamita María ‘te amo’”.
Por ello, asegura, va a donde la Virgen lo manda para evangelizar a la gente a través de la consagración a María y el Santo Rosario.
Alvarado tiene a su cargo el grupo musical que acompaña las celebraciones de la misión. Sin formación musical previa, al involucrarse con el grupo misionero decidió que esa labor iba a ser parte de su llamado. Con la ayuda de toda su familia, es el primero que llega a las reuniones para instalar su equipo y el último en retirarse tras recoger parlantes, amplificadores, micrófonos e instrumentos musicales.
Por su parte Araceli Clemente, integrante de la misión, dijo que particularmente “siente una paz muy inmensa” con el Santo Rosario, que reza “en cualquier momento”, ya sea en el trabajo, en la casa o inclusive manejando.
Clemente, siente que gracias a su devoción ha “recibido muchos regalos de ella” (la Virgen) y, en especial “después de la consagración hubo muchos, muchos cambios en mi familia y mi matrimonio”.
Florencio Vásquez añadió que esperan que más personas con vocación de servicio se integren a la misión. “Uno, cuando es servidor del Señor y también de la Santísima Virgen, tiene que estar dispuesto para cualquier trabajo, a todas horas”, subrayó.
— César Hurtado, Reportero Hispano