CHARLOTTE — El domingo 4 de noviembre, a las dos de la madrugada, debemos ajustar nuestros relojes retrocediendo una hora, es decir a la una de la mañana, para adecuarnos al horario de invierno, retornando a nuestro huso horario y finalizando el periodo de ‘daylight saving time’.
El cambio de hora se realiza en los Estados Unidos dos veces al año, en marzo y noviembre, con la finalidad de generar un ahorro de energía y aprovechar por mayor tiempo la luz solar.
En 1966 se instituyó en el país la Ley de Tiempo Uniforme. Puerto Rico, Samoa Estadounidense, Guam, Las Islas Marianas del Norte y las Islas Vírgenes, al igual que los estados de Hawaii y Arizona no alteran su horario en verano.
La fecha tiene un especial importancia para los departamentos de bomberos en todo el país que nos recuerdan es el momento oportuno para cambiar las baterías de los detectores de humo y monóxido de carbono que, por ley, deben ser instalados en las edificaciones residenciales.
Con la llegada de la temporada invernal se inicia el uso de la calefacción para combatir el frío en las casas. Es una buena idea que su equipo sea revisado por un profesional para prevenir accidentes que pueden causar incendios y envenenamiento por monóxido de carbono.
El monóxido de carbono es un gas sin olor ni color. Se encuentra en el humo de los automóviles, estufas, fogones y sistemas de calefacción a gas. Es extremadamente peligroso y puede causar serios daños a la salud de las personas e inclusive la muerte.
Según la Asociación Nacional de Protección contra Incendios (NFPA), entre 2003 y 2016, las alarmas de humo sonaron en el 53% de los incendios reportados en hogares, y tres de cada cinco personas fallecidas en fuegos residían en casas sin alarmas de humo o con alarmas inoperativas.
Según la misma organización, muchas personas creen que las alarmas de humo y monóxido de carbono duran eternamente y, en verdad, solo tienen una duración máxima de 10 años.
Por esta razón aconsejan revisar las instrucciones del equipo y seguir las recomendaciones de instalación y reemplazo.
Si la casa o apartamento en que vive es propia, usted es responsable del cuidado de las alarmas. Si reside en un apartamento o casa de renta, normalmente el propietario de la unidad está obligado a reemplazar las baterías y verificar el buen funcionamiento del equipo.
— César Hurtado, Reportero Hispano
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