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Catholic News Herald

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El Obispo Jugis emitió un comunicado en respuesta a los alegatos de abuso

CHARLOTTE — El Obispo Peter Jugis emitió una declaración el 17 de agosto en respuesta a las acusaciones recientes de mala conducta sexual contra líderes de la Iglesia, que incluyen a un arzobispo retirado de Washington DC, y la publicación de un informe de la Corte Suprema de Pensilvania que detalla el abuso sexual infantil perpetrado por cientos de sacerdotes en seis diócesis de ese estado.

Uno de los 301 sacerdotes nombrados en el informe de Pensilvania del 14 de agosto, el padre de Espiritano Robert Spangenberg, sirvió en la iglesia St. James en Hamlet durante aproximadamente tres años a mediados de la década de 1990.

“En las últimas semanas, hemos recibido muchas revelaciones vergonzosas sobre la conducta de líderes y otros en la Iglesia Católica”, dijo el Obispo Jugis. “He escuchado decir a muchas personas que se sienten traicionadas y se preguntan qué va a pasar con nuestra querida Iglesia”.

El Obispo Jugis dijo que apoya “íntegramente” la declaración del Cardenal Daniel N. DiNardo de Galveston-Houston, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos.

En esa declaración, emitida el 16 de agosto, el Cardenal DiNardo pidió una investigación sobre las acusaciones contra el Arzobispo McCarrick, “la apertura de canales nuevos y confidenciales para informar quejas contra obispos” y “mejores procedimientos” para resolver las quejas formuladas contra los obispos.

“Nos enfrentamos a una crisis espiritual que requiere no solo de la conversión espiritual, sino también de cambios prácticos para evitar repetir los pecados y fracasos del pasado que muy tan evidentes en el informe reciente”, escribió el cardenal. Esos cambios incluirán el aporte de los laicos, expertos y el Vaticano, señaló.

Se espera que los detalles sean considerados en la próxima reunión de los obispos de los Estados Unidos en noviembre.

— Catholic News Herald

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El Obispo Jugis emitió un comunicado en respuesta a los alegatos de abuso

CHARLOTTE — El Obispo Peter Jugis emitió una declaración el 17 de agosto en respuesta a las acusaciones recientes de mala conducta sexual contra líderes de la Iglesia, que incluyen a un arzobispo retirado de Washington DC, y la publicación de un informe de la Corte Suprema de Pensilvania que detalla el abuso sexual infantil perpetrado por cientos de sacerdotes en seis diócesis de ese estado.

Uno de los 301 sacerdotes nombrados en el informe de Pensilvania del 14 de agosto, el padre de Espiritano Robert Spangenberg, sirvió en la iglesia St. James en Hamlet durante aproximadamente tres años a mediados de la década de 1990.

“En las últimas semanas, hemos recibido muchas revelaciones vergonzosas sobre la conducta de líderes y otros en la Iglesia Católica”, dijo el Obispo Jugis. “He escuchado decir a muchas personas que se sienten traicionadas y se preguntan qué va a pasar con nuestra querida Iglesia”.

El Obispo Jugis dijo que apoya “íntegramente” la declaración del Cardenal Daniel N. DiNardo de Galveston-Houston, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos.

En esa declaración, emitida el 16 de agosto, el Cardenal DiNardo pidió una investigación sobre las acusaciones contra el Arzobispo McCarrick, “la apertura de canales nuevos y confidenciales para informar quejas contra obispos” y “mejores procedimientos” para resolver las quejas formuladas contra los obispos.

“Nos enfrentamos a una crisis espiritual que requiere no solo de la conversión espiritual, sino también de cambios prácticos para evitar repetir los pecados y fracasos del pasado que muy tan evidentes en el informe reciente”, escribió el cardenal. Esos cambios incluirán el aporte de los laicos, expertos y el Vaticano, señaló.

Se espera que los detalles sean considerados en la próxima reunión de los obispos de los Estados Unidos en noviembre.

— Catholic News Herald

Diócesis cumple con la auditoría de protección infantil

Diócesis cumple con la auditoría de protección infantil

CHARLOTTE — La Diócesis de Charlotte cumple con la “Carta para la Protección de Niños y Jóvenes” promulgada por los obispos de Estados Unidos cada año desde el inicio de la Carta. La diócesis ha superado auditorías independientes en sus procedimientos de protección infantil todos los años desde 2003.

La auditoría externa, realizada al inicio por el Grupo Gavin y ahora por Stonebridge Business Partners of Rochester, N.Y., monitorean la observancia de la Carta por las diócesis de Estados Unidos, la misma que aborda el compromiso de la Iglesia de responder efectiva, apropiada y compasivamente a los casos de abuso de menores por parte del clero u otro personal de la Iglesia.

La auditoría evalúa los esfuerzos de las diócesis para garantizar la protección de los niños, incluidas las verificaciones de antecedentes penales y los programas de concientización educativa sobre el reconocimiento y la prevención del abuso.

En el año fiscal que corrió del 1 de julio de 2016 al 30 de junio de 2017 (el más reciente), la diócesis realizó 4,068 revisiones de antecedentes, las que son requeridas de forma continua para todos los empleados y voluntarios diocesanos.

Desde 2002, más de 48,900 adultos han recibido capacitación en el programa de concientización por un ambiente seguro llamado “Protegiendo a los Niños de Dios”. Solo en el año fiscal 2016-17, la diócesis realizó 167 talleres de “Protegiendo a los Niños de Dios” en todo su territorio, entrenando a 3,517 participantes.

El taller ayuda a los adultos a reconocer las señales de advertencia de abuso y las muchas formas en que el abuso sexual daña a las víctimas, familias, parroquias y comunidades. Enseña maneras apropiadas de responder a comportamientos sospechosos y cómo se puede ayudar a prevenir el abuso.

Desde 2003, la diócesis ha invertido aproximadamente $1.2 millones en este programa de entrenamiento.

La diócesis también provee asistencia financiera a las víctimas y sus familias para gastos de consejería y otros servicios médicos. Desde 1995, la suma de gastos ha alcanzado la cifra de $633,000.

Desde 2010, la diócesis ha reportado costos incurridos en relación con casos de abuso o conducta sexual inapropiada por un total de aproximadamente $1.4 millones.

Fondos provenientes del seguro diocesano y de la Diócesis en general fueron utilizados para esos pagos. Ninguno de los fondos provino de la Colecta de Apoyo Diocesano ni de las cuentas de las parroquias.
— Catholic News Herald

Los hechos

$1.226 millones: Lo que la Diócesis de Charlotte ha gastado en medidas de “Ambiente Seguro”, incluyendo verificaciones de antecedentes penales y talleres “Protegiendo a los Niños de Dios” realizados en toda la diócesis para clérigos, religiosos, empleados y voluntarios laicos.
$633,000: Asistencia a las víctimas de abuso sexual para gastos de consejería y otros gastos médicos.
$1.397 millones: Costos legales incurridos en disputas de abuso sexual no cubiertas por el seguro.

Consejos prácticos para los padres sobre la prevención del abuso infantil

Consejos prácticos para los padres sobre la prevención del abuso infantil

El primer paso para proteger a los niños del abuso sexual es educar a los padres sobre la naturaleza del problema. Tomar conciencia sobre el abuso infantil, qué es y quien lo comete, abre la puerta a algunos pasos sencillos que los padres pueden tomar para proteger a los niños. La concientización, educación y la crianza responsable les proporcionan a los niños las mejores herramientas para su defensa, y es más probable que le cuente a un adulto si algo pasa.

Estas son algunas acciones prácticas que los padres pueden tomar para ayudar a proteger a sus hijos:

1. En virtud de su tamaño físico, los adultos tienen poder sobre los niños, y eso aumenta la vulnerabilidad de un niño. Por ejemplo, los padres y otras figuras de autoridad enseñan a los niños a “obedecer a los adultos”. Cuando los niños escuchan este mensaje, pueden interpretar que significa que todos los adultos tienen la autoridad de decirles a todos los niños qué hacer, durante todo el tiempo. Si esta es la interpretación de un niño, entonces el mensaje le ha creado una vulnerabilidad adicional. Sin embargo, algunos pasos sencillos y de sentido común pueden ayudar a minimizar la vulnerabilidad de un niño.
Por ejemplo:
- No insista que los niños abracen o besen a familiares o amigos. Deje que los niños expresen sus afectos en sus propios términos.
- Haga comprender a los niños que sus sentimientos son importantes para usted. Intervenga si nota que su niño no se siente cómodo haciendo algo que otro adulto le pide realizar. Déle a entender que usted lo protegerá siempre de esa molestia. Eso no significa necesariamente que usted deba dejarlos sin realizar sus tareas o arreglar el desorden que puedan haber hecho.
2. Aprenda a reconocer y tomar ventaja de momentos de enseñanza con los niños. Esté dispuesto a conversar abiertamente sobre temas sensibles con ellos. La Academia Americana de Pediatras recomienda las siguientes conversaciones apropiadas de acuerdo a la edad de los niños:
- De 18 meses a 3 años, comience a enseñar a los niños el nombre apropiado de todas las partes de su cuerpo.
- De 3 a 5 años, enseñe a los niños sobre sus partes privadas y a como decir “no” a cualquier persona que lo toque de una manera que lo haga sentir incómodo. Proporcione respuestas directas a preguntas sobre sexo.
- De 5 a 8 años, converse sobre buenos y malos toques y la seguridad cuando están fuera de casa.
- De 8 a 12 años, enfóquese en temas de seguridad personal.
- De 13 a 18 años, converse sobre temas como violaciones, violaciones en citas, SIDA, enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados.

3. Los juegos son una excelente forma de reforzar las lecciones de seguridad que enseña a sus niños. Por ejemplo, los niños siempre preguntan a sus padres “¿ qué pasaría si?” Utilizando este mismo juego, los padres pueden expresar sus preocupaciones y estimular a sus hijos para que piensen y tomen decisiones en base a las lecciones que han aprendido.
4. Enseñe a los niños a decir “¡Para eso!” a instrucciones que puedan guiarlos a realizar cosas que realmente no desean hacer. Refuerce la regla que los niños deben decir ¡Para eso! a pedidos o demandas que puedan hacerlos sentir mal, incluso si piensan que deben obedecer. Una conversación sobre esa regla puede enseñar a un niño que hay momentos en los que es correcto decir ¡Para eso!, y otras ocasiones cuando está bien seguir las instrucciones. Todo está de acuerdo al contexto. Los padres deben enseñar a sus hijos como distinguir entre un pedido apropiado e inapropiado. Por ejemplo, es correcto seguir las instrucciones de “se bueno”, en tanto se den dentro de un contexto apropiado, como, “se bueno y no tires cosas a los otros niños”. Pero, también dígale a los niños que está bien desobedecer un pedido, por ejemplo, si alguien le dice, “se bueno y quítale la ropa”.
5. Sepa dónde están sus hijos. Conozca a los adultos que están presentes en los distintos lugares de la comunidad donde los niños se reúnen y juegan juntos. Tenga cuidado con cualquier adulto que parezca más interesado en crear una relación con un niño que con otros adultos. Preste atención cuando un adulto parece seleccionar a un niño en particular para una relación o para entregarle atenciones especiales. Las señales de advertencia incluyen golosinas, regalos, vacaciones u otros favores especiales que se ofrecen solo a un niño.
6. Haga visitas inesperadas a la guardería, la niñera o la escuela del niño. Al elegir una guardería o escuela, asegúrese de que no haya áreas donde los niños jueguen o estudien “fuera del alcance” de los padres.
- No permita que un niño vaya de vacaciones solo con otro adulto que no sean su padre.
- No permita a un niño que pase la noche solo en una casa que no sea la de sus padres u otra de un “adulto seguro”. (Nota: “adulto seguro” es un termino especial utilizado en el Programa de Prevención de Abuso Sexual de Niños para Padres y Tutores de VIRTUS, que describe a adultos que han demostrado que se comportan de manera segura en su interacción con niños).
- Excepto en caso de emergencia, no permita viajar solo a un niño, incluso en distancias cortas, con un adulto que no sea uno de los padres o un adulto seguro. También prohíba a los niños aceptar regalos caros de un adulto, particularmente si un niño es particularmente seleccionado para recibir atenciones especiales.

7. Averigüe si la escuela o los programas de educación religiosa de la iglesia del niño incluyen un plan de estudios de prevención del abuso sexual. Si no es así, ofrézcase como voluntario para formar parte de un comité para establecer dicho programa. Trabaje con los maestros para revisar los programas disponibles y hacer recomendaciones a los administradores. Hable con otros padres acerca de apoyar que se incluya material de prevención de abuso sexual infantil a los programas existentes de seguridad infantil.
Los padres pueden hacer una diferencia importante. Sin embargo, sin una organización de apoyo que ayude a reunir los recursos, expertos y el compromiso de una comunidad, los padres tienen una capacidad limitada para influir en la prevención del abuso infantil en toda la comunidad. Ahí es donde podemos ayudar.
La Iglesia puede unirse a los padres para construir una sociedad donde los niños ya no estén en riesgo de ser abusados sexualmente, donde los que han sido víctimas puedan encontrar los recursos y el coraje para sanar, y donde todas las personas vivan juntas en relaciones de amor y apoyo.
— Reproducido con el permiso de National Catholic Services, LLC. National Catholic no proporciona soluciones espirituales a problemas individuales ni asesoramiento legal. Busque el consejo de un director espiritual o un abogado con respecto a preguntas individuales o asesoramiento legal.

¿Qué pasa cuando se realiza una acusación de abuso sexual contra un sacerdote o empleado de la Iglesia?

¿Qué pasa cuando se realiza una acusación de abuso sexual contra un sacerdote o empleado de la Iglesia?

 

Cómo reportar un reclamo de abuso
Cualquier persona que tenga conocimiento real o causa razonable para sospechar de un incidente de abuso sexual relacionado con el Ministerio debe informar inmediatamente el incidente a la Cancillería de la Diócesis de Charlotte. La Cancillería informará el incidente a las autoridades civiles correspondientes.
Todos los casos de sospecha, presunción o conocido abuso sexual de un menor relacionado con el Ministerio deben ser informados a la autoridad civil correspondiente. Cualquiera que tenga conocimiento real o sospecha razonable de un incidente de abuso sexual relacionado con el Ministerio por parte de cualquier miembro del personal de la iglesia de la Diócesis de Charlotte debe denunciar inmediatamente el incidente a la Cancillería, a menos que hacerlo viole el sacramento de confesión. La Cancillería informará el incidente a la autoridad civil correspondiente.

Internet: www.charlottediocese.org/human-resources/safe-environment
Teléfono: Cancillería 704-370-6299 o la línea de asistencia a víctimas al 704-370-3363
EMAIL: David Harold, LCSW, coordinador diocesano de asistencia a víctimas, This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
correo: Cancillería, Diócesis de Charlotte, P.O. Box 36776, Charlotte, N.C. 28236

1. RECLAMO
Puede ser realizado por teléfono, email, correo, etc., a la Cancillería de la Diócesis de Charlotte
Al momento de reportar un incidente de conducta sexual inapropiada a la Cancillería, se pedirá a la persona que hace el reporte que llene la forma diocesana “Informe de Sospecha de Mala Conducta Sexual Relacionada con el Ministerio por el Personal de la Iglesia” (disponible en la página web de la diócesis)

2. NOTIFICACIÓN

La Cancillería notifica a:
1. La autoridad civil (como el DSS). Ellos conducen su propia investigación para determinar posibles cargos criminales.
2. La Junta de Revisión Diocesana
3. Su Obispo o superior (En el caso de un sacerdote de otra diócesis u orden religiosa)
4. El Coordinador de Asistencia de Víctimas, quien está disponible para proveer cuidado y ofrecer contacto con servicios de consejería, si así fuese requerido
5. El Acusado, quien es informado sobre sus derechos y puesto en licencia administrativa (lo que significa que no puede celebrar los sacramentos públicamente). Además debe atender sesiones de consejería
6. La parroquia
7. Catholic News Herald

3. INVESTIGACIÓN

1. La Junta de Revisión inicia una investigación interna, una vez que se lo permitan las autoridades civiles. Un investigador experto es asignado para recoger información y reportar sus hallazgos a la Junta de Revisión y al Obispo.
2. La Junta de Revisión hace una recomendación al Obispo.

4.DETERMINACIÓN

En consulta con la Junta de Revisión, el Obispo determina la credibilidad de las acusaciones.

5. RESOLUCIÓN

Si la acusación se encuentra creíble:
El acusado es despedido o permanentemente separado del ministerio (lo que para un sacerdote significa que no puede celebrar los sacramentos públicamente, vestir traje sacerdotal o presentarse públicamente como sacerdote), y se le alienta a tomar consejo y otras medidas apropiadas.

Si la acusación no se encuentra creíble:
El caso es denegado, la persona que hizo el reclamo es notificada y el empleado o clérigo a discreción de su Obispo, regresa a su ministerio. Se dan pasos para restaurar públicamente su reputación.

48,900
El número de adultos que han recibido el Entrenamiento de Ambiente Seguro llamado ‘Protegiendo a los niños de Dios’ desde 2002

56,952
El número de revisiones de antecedentes criminales procesados por la diócesis desde 2002
$1,226,199
La cifra que se ha invertido en programas de Ambiente Seguro y entrenamiento en la diócesis desde 2004

 

Nota

Desde 2004, 15 denuncias de abuso sexual que incriminan a siete sacerdotes han sido reportadas a la diócesis, de acuerdo a auditores independientes.

Tres de esos sacerdotes pertenecían a órdenes religiosas basadas fuera de la diócesis; cuatro eran sacerdotes diocesanos. De los siete, tres ya habían fallecido en el momento en que se denunciaron las acusaciones de abuso. Los otros cuatro fueron retirados de su ministerio. Se presentaron cargos criminales a dos de ellos; un caso fue cerrado en 2014 debido a la incompetencia mental del sacerdote, quien murió pocos meses después; en el otro caso, el sacerdote se declaró culpable y sirvió siete años de cárcel de una sentencia de 7-10 años de prisión. En 2011, la Diócesis de Charlotte fue demandada en una corte civil bajo alegatos de abuso sexual realizados hace varias décadas por los sacerdotes Richard Farwell y Joseph Kelleher. Ninguno de ellos fue nombrado en la demanda. Los demandantes en las dos acusaciones alegaron que la diócesis había cometido negligencia al permitir el abuso en las parroquias de Albemarle, Charlotte y Salisbury a finales de la década de 1970 y principios de 1980, cuando eran niños.

El Padre Farwell, quien no se encuentra activo en el ministerio, se declaró sin oposición a un cargo por el delito menor de contribuir a la delincuencia de un menor en 2004. El caso criminal de abuso sexual contra el Padre Kelleher fue desestimado en 2014, basado en su incompetencia mental para presentarse en juicio, y murió pocos meses después.

En 2014, el Juez Robert Bell de la Corte Superior de Mecklenburg desestimó la demanda civil contra la diócesis.