Cruzando el umbral
CHARLOTTE — De pie ante su obispo y una reliquia de San Lorenzo, diácono y mártir, más de 60 diáconos permanentes reafirmaron sus promesas de ordenación y luego vieron como 15 hombres fueron admitidos como candidatos para el diaconado el 10 de agosto, día de la fiesta de su santo patrón.
El Obispo Peter Jugis ofreció una Misa para los diáconos, un evento anual en la Catedral San Patricio que celebra el diaconado permanente en la Diócesis de Charlotte y cada cuatro años da paso a una nueva promoción de futuros diáconos potenciales.
El Obispo Jugis dirigió primero su homilía a los diáconos permanentes, luego a los candidatos a diáconos.
“El diaconado es un gran ministerio de servicio en la Iglesia y las propias palabras de Jesús continúan inspirando a los diáconos a seguir Su ejemplo de servicio”, dijo, citando el Evangelio de Mateo 20:28, “El Hijo del Hombre no vino a ser servido, sino a servir y a dar Su vida para salvar a muchos”.
“Es en ese espíritu de servicio, inspirado por Cristo, que ustedes diáconos vienen hoy a reafirmar las promesas de su ordenación”.
Les recordó que en la oración de ordenación que los consagró como diáconos, el obispo oró para que practiquen las virtudes cristianas, especialmente mostrando su preocupación por los enfermos y los pobres, y para que ejerzan su autoridad con humildad y amor.
“Así, le pedimos al Señor nuevamente la bendición para ustedes. Que esas virtudes evangélicas que su obispo oró sobre ustedes en la oración de consagración el día de vuestra ordenación, que esas virtudes continúen brillando en sus vidas de servicio como siervos del altar, como siervos de la Palabra y como siervos de la caridad”, continuó.
El obispo luego dirigió su atención a los quince hombres admitidos al rito de la candidatura: Ronald Ascencio, Joseph Becker, Eduardo Bernal, Carl Brown, Margarito Franco, Charles Hindbaugh, Hugh Holland, Todd Labonte, John Langlois, Thomas Martin, William Melton Jr., Richard Michaels, Francisco Pina, Herbert Quintanilla y Joseph Smith.
“Para ustedes, que hoy están siendo admitidos a la candidatura para las órdenes sagradas, le pedimos al buen Dios que también los bendiga con esas virtudes evangélicas. Que esas virtudes continúen durante el transcurso de su formación para que se perfeccionen en ustedes”.
En el rito de admisión a la candidatura, les explicó, los hombres se convierten formalmente en candidatos para el sacramento de las sagradas órdenes, ofreciéndose ellos mismos a “Dios y a la Iglesia para el ministerio sagrado”.
Los candidatos ya han logrado varios requisitos para llegar a este punto, incluido el completar el Programa de Formación del Ministerio Laico de dos años y, con sus esposas, un año de discernimiento llamado aspirantado.
Ellos fueron ayudados en el camino por un equipo de 30 diáconos y esposas de diáconos, quienes los asistieron durante el proceso de discernimiento y les dieron charlas sobre la oración, espiritualidad y el ministerio diaconal.
“Estoy agradecido por el equipo de diáconos y sus esposas que ayudaron en este proceso de discernimiento”, dijo el Diácono Scott Gilfillan, director de formación para el diaconado permanente. “Fue un increíble equipo e hizo una contribución invaluable para ayudar a las parejas de aspirantes”.
“También estoy impresionado con la apertura y la sinceridad de los nuevos candidatos y sus esposas”, agregó. “Tengo muchas ganas de trabajar con ellos mientras continúan en este viaje de discernimiento y formación para ser diáconos o esposas de diáconos”, dijo.
Ahora que el camino de discernimiento continúa, el Obispo Jugis alentó a los 15 candidatos. “Están cruzando un umbral hacia un período de formación más intenso. Las cosas son diferentes ahora. El Señor les da gracias especiales como candidatos para las órdenes sagradas, mientras persiguen el llamado del Señor al diaconado permanente”.
Jesús ya los ha llevado lejos en su camino, el obispo les aseguró, y quiere que se ofrezcan a Él, al programa de formación y a la Iglesia, mientras los guía durante los próximos años.
Pasen tiempo en oración, escuchando lo que Jesús puede estar pidiéndoles, dijo.
“Ustedes están bendecidos al contar con el apoyo de sus esposas, sus familias y sus amigos, además del apoyo de la Iglesia para ayudarlos en este camino”, anotó. “Si es la voluntad de Dios, un día estarán al lado del sacerdote en el altar, asistiéndolo mientras ofrece el sacrificio de la Misa”.
El candidato Eduardo Bernal dijo estar emocionado de continuar en el camino de convertirse en diácono permanente. “Para mí, el sacramento del matrimonio confirmó ese llamado que siento para servir a mi comunidad y mi Iglesia. Llegar a ser diácono, si Dios así lo quiere, será la bendición más grande para toda mi familia”, apuntó.
— SueAnn Howell, Catholic News Herald
