CHARLOTTE — Llamados. Elegidos. Amados por Dios.
Esas fueron las palabras que el Obispo Bishop Peter Jugis utilizó para describir a los dos hombres que se presentaron ante él para ser ordenados al diaconado transicional el pasado 2 de junio en la Catedral San Patricio.
Alfonso Gámez y Britt Taylor se convirtieron en flamantes diáconos de la Diócesis de Charlotte, dando un paso adelante en su viaje al sacerdocio durante una misa de dos horas de duración.
El Padre Christopher Gober, director diocesano de vocaciones, atestiguó la preparación de los dos candidatos, que fueron llamados a presentarse ante el Obispo Jugis en los escalones del altar durante el inicio del rito de ordenación.
“Este rito de ordenación tiene sus orígenes en los mismos Apóstoles”, dijo el Obispo Jugis durante su homilía. “En la ordenación de hoy de nuestros hermanos Britt Taylor y Alfonso Gámez al diaconado seguimos el mismo proceso de discernimiento que los Apóstoles siguieron para los primeros siete hombres que sirvieron en el ministerio diaconal”.
El Obispo Jugis destacó que, como el pasaje del Evangelio de los Hechos de los Apóstoles (6:1-7b) proclamó, la primera búsqueda fue hecha entre los fieles cristianos para hallar candidatos dignos: “Los apóstoles convocaron a la comunidad de discípulos y dijeron: ‘Hermanos, seleccionen de entre ustedes siete hombres respetables, llenos del Espíritu y la sabiduría, a quienes designaremos para esta tarea...’”.
“Y así nosotros hemos hecho lo mismo”, dijo el Obispo Jugis.
“El Padre Gober acaba de decir que también hemos preguntado entre la comunidad de discípulos, los fieles católicos, y hemos recibido la recomendación de los responsables de su formación que estos dos hombres han sido encontrados dignos de recibir este ministerio”.
La lectura del libro de Hechos afirma que la comunidad de discípulos presentó a estos hombres a los Apóstoles, quienes rezaron y les impusieron las manos.
“Y nosotros hemos hecho lo mismo,” continuó el Obispo Jugis. “La comunidad de discípulos ha presentado estos hombres a un sucesor de los Apóstoles con estas palabras: ‘La Santa Madre Iglesia te pide que ordenes a estos hombres, nuestros hermanos, a la responsabilidad del diaconado’. Y así el Espíritu Santo continúa su buen trabajo en nuestros días, desde los tiempos de los Apóstoles hasta el presente”. Luego, el Obispo Jugis se dirigió a los dos candidatos.
“Alfonso y Britt, esta ordenación se hace posible debido al llamado divino que comenzaron a recibir hace varios años. El Señor comenzó a entregarles gracias especiales, manifestando así su amor por ustedes de una manera muy especial. Lo que Él dijo una vez a los Apóstoles es cierto también para ustedes. ‘No eres tú quien me ha elegido, sino yo el que te he elegido’. Yo te he elegido“.
El obispo recordó a Gamez y Taylor que así como los primeros siete hombres que sirvieron como diáconos fueron elegidos entre todos los demás discípulos, “así también ustedes han sido elegidos por el Señor de entre muchos hermanos y hermanas de la Iglesia para ser marcados con el carácter especial de las órdenes sagradas, que te configura a Cristo el Siervo, que vino no para ser servido sino para servir”.
“El Señor deja muy claro que esta es su iniciativa: su libre elección de tu persona para este ministerio”.
Luego les habló sobre las responsabilidades que asumirán en sus nuevos roles como diáconos.
“En este orden de diáconos en el que serán ahora ordenados por la acción del Espíritu Santo, ustedes nos ayudarán en el ministerio de la Palabra, del Altar y de la Caridad”.
“Es un ministerio de servicio”, les dijo. “Ahora deben recibir su parte en el ministerio de la salvación que Jesús comisionó a su Iglesia para que la realice hasta el fin de los tiempos”.
Los diáconos ahora podrán proclamar el Evangelio en Misa, predicar por invitación del sacerdote, preparar el altar para el sacrificio de la Eucaristía, distribuir el Cuerpo y la Sangre del Señor a los fieles, administrar bautismos, asistir y bendecir matrimonios, llevar la Eucaristía a los moribundos, realizar ritos funerarios, instruir a creyentes y no creyentes en la doctrina de la Iglesia, presidir oraciones públicas y realizar obras de caridad.
“Este ministerio de servicio significa ser humilde, obediente y estar disponible para ayudar al sacerdote en su ministerio”, dijo el obispo.
Después de la homilía, Gámez y Taylor se presentaron ante el obispo y afirmaron públicamente sus intenciones de servirlo a él y a la Iglesia. Luego se postraron ante el altar, mientras el Obispo Jugis se arrodillaba en oración con ellos y los fieles y entonaban la Letanía de la Súplica, también conocida como Letanía de los Santos.
Luego los hombres se levantaron y, uno por uno, se acercaron al obispo, quien les impuso las manos sobre sus cabezas, rezando la oración de ordenación, consagrándolos como diáconos.
Los diáconos recién ordenados fueron investidos con una estola, un distintivo de la oficina de servicio del diácono y la dalmática, la prenda exterior usada en la liturgia. El Diácono Alfonso Gámez fue investido por el Padre Paul McNulty y el Diácono Britt Taylor por el Padre Brian Becker.
Ya con las nuevas vestiduras, los diáconos se acercaron al santuario uno a uno, recibiendo el Libro de los Evangelios de manos del Obispo Jugis y un fraternal signo de paz, dándoles la bienvenida a su nuevo rol en la Iglesia.
Más de 25 sacerdotes y 20 diáconos estuvieron presentes en la Misa para felicitar a los nuevos diáconos.
“Han sido amados por Cristo, amados por Dios para este orden sagrado. Y si Dios quiere y ustedes lo deciden, también pueden llegar a la ordenarse como sacerdotes”, dijo el obispo Jugis a los nuevos diáconos.
— SueAnn Howell, Reportera senior
