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Catholic News Herald

Serving Christ and Connecting Catholics in Western North Carolina
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GREENSBORO — Bajo sol, lluvia o nieve, quienes transitan por 2425 Randleman Road, en Greensboro, verán entre las 8 de la mañana y las 12 del mediodía a por lo menos a una persona en la acera, con un rosario en la mano, orando por el fin de una práctica legal que, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC), terminó con la vida de más de 650 niños en gestación durante 2014.

Desde el 27 de septiembre de 2017, cuando inició una campaña llamada “Cuarenta días por la vida”, religiosamente Salvador Tolentino, su esposa Karina Hernández, sus dos niños y todo aquel que guste acompañarlo, se ubican frente a la clínica de abortos Women’s Choice, después de escuchar Misa en la Iglesia Santa María de Greensboro.

Tolentino nació en Hidalgo, México, y llegó a Carolina del Norte en 2008. Católico por tradición, el mexicano reconoce que no iba regularmente a Misa en su país y que no le interesaba particularmente los asuntos relacionados con la iglesia.

Ese mismo año, después de vivir un retiro franciscano su vida cambió. “Vivía en Williamston, una ciudad cercana a Greenville, Carolina del Norte, y desde entonces comencé a prepararme para conocer más sobre el Señor”. No había fin de semana en el que no acudiera a un encuentro, charla o retiro y cuando se abrió la oportunidad de asistir en el ministerio de música decidió colaborar, aún sin tener ninguna formación musical.

052518 greensboro mainLlamado familiar

En 2015, al visitar el Santísimo, su esposa sintió que debía hacer algo por los niños no nacidos. Tras buscar más información en internet pudo conocer y contactar a la organización ‘Sacerdotes por la Vida’ (Priests for Life), una organización provida con sede en Staten Island, New York, que promueve y coordina actividades a favor del respeto por la vida.

Poco después esa organización realizó una actividad en Greensboro. Karina acudió, más no Salvador, pues en verdad “no estaba muy interesado en ello”, según nos relató.

Su esposa, en silencio, oraba para que Salvador se interesara. Y el momento llegó.

“Después de casi un mes de que un libro sobre el tema del aborto estaba en mi carro lo tomé y hojeé”. Su reacción fue inmediata. Los testimonios que leyó lo comprometieron y le dijo a su esposa que no podía seguir con su vida sin hablar de lo que está pasando.

“Tengo que ir a orar a un centro de abortos. Ahora mismo. Esos bebés están muriendo hoy”, dijo. Y así llegaron a una clínica de abortos ubicada en High Point, a solo cinco minutos de su trabajo.

052518 greensboro prolife“Uno se imagina que están en lugares escondidos, muy alejados. Y no es verdad, pueden estar a la vuelta de tu casa”, asegura Tolentino.

Después de aproximadamente tres meses orando casi cuatro horas diarias, “para la gloria de Dios”, según afirma el activista provida, ese centro se cerró.

Principio de todos los males

Tras asegurar que “Dios es misericordioso y nos envía con un mensaje de amor para aquellos que han cometido o van a cometer ese pecado”, Tolentino dice comprender el sufrimiento por el que pasan las mujeres. “Entiendo que la presión que tienen es terrible. Entiendo que no encuentran otra salida porque todos le dan la respuesta más fácil. Pero esa no es la solución sino, al contrario, es el principio de todos los males”, por lo que para él es muy importante “informar sobre lo terrible que es el aborto y sus consecuencias”.

Tolentino asegura que la campaña ha salvado ya alrededor de 20 vidas y ha tomado el compromiso de continuar rezando hasta que ese centro de abortos cierre sus puertas. “No se cuantos años me va a tomar, no se cuáles son los planes de Dios, pero sí estoy seguro que un día se va a cerrar. Tengo fe. Y luego, cuando se cierre, me moveré a otro centro de abortos”.
Mientras tanto, invita a todos los que deseen plegarse a su cruzada por la vida a reunirse a rezar el Rosario diariamente en la clínica de abortos Women’s Choice, 2425 Randleman Road, Greensboro, entre las 8 de la mañana y 12 del mediodía. Llámelo al teléfono 336-781-5151.

— César Hurtado, Reportero Hispano