Cada 30 de noviembre se celebra la fiesta de San Andrés Apóstol, hermano de San Pedro y patrono de la Iglesia Ortodoxa.
San Andrés nació en Betsaida, fue primero discípulo de Juan el Bautista y luego siguió a Jesús. Por intermedio de él, Pedro, su hermano, conoció al Señor.
San Juan Crisóstomo relata que, “Andrés, después de permanecer con Jesús y de aprender de él muchas cosas, no escondió el tesoro para sí solo, sino que corrió presuroso en busca de su hermano, para hacerle partícipe de su descubrimiento. Fíjate en lo que dice a su hermano: Hemos encontrado al Mesías que significa Cristo… Son las palabras de un alma que desea ardientemente la venida del Señor, que espera al que vendrá del cielo, que exulta de gozo cuando se ha manifestado y que se apresura a comunicar a los demás tan excelsa noticia”.
En los Evangelios, Andrés es mencionado varias veces. Por ejemplo, es él quien escucha decir a Felipe que hay unos griegos que quieren conocer al Señor, y decide acompañarlo para presentarlos a Jesús.
Andrés también protagoniza el episodio del milagro de la multiplicación de los panes y los peces. Es él quien lleva ante Jesús al muchacho que tenía los cinco panes y los dos peces.
La tradición señala que el apóstol San Andrés, después de Pentecostés, fue a predicar la Buena Nueva entre los griegos y, de acuerdo a ciertos relatos, habría llegado hasta Kiev,
Ucrania, en el ejercicio de su predicación.
Se le considera el fundador de la Iglesia en Constantinopla -hoy, Estambul, Turquía-. Son precisamente los herederos del cristianismo oriental quienes lo llaman “Protocletos”, que en griego quiere decir “el primer llamado”.
El apóstol murió crucificado en Acaya, Grecia. De acuerdo a la tradición, fue puesto sobre una cruz en forma de una “X”. De aquí surge la llamada “cruz aspada”, conocida popularmente como la “Cruz de San Andrés”.
Fue sepultado en el año 357 en un altar de Constantinopla por orden de Flavio Julio Constante, el hijo de Constantino I el Grande. En el año 1210, los cruzados robaron sus restos y los llevaron a Amalfi, al suroeste de Italia.
¿Dónde está su cabeza?
Aunque hay varias teorías, la tradición cuenta que la cabeza del apóstol se quedó en Grecia, en el lugar donde el apóstol fue martirizado. Posteriormente, en 1460, el gobernador de la ciudad, llamado Tomás Paleólogo, se vio obligado a abandonar Patras debido a la invasión musulmana y se llevó consigo la cabeza del apóstol San Andrés, que entregó a la Iglesia en Roma.
El Papa Pío II ordenó colocar la cabeza de San Andrés en uno de los pilares que sostenían la antigua cúpula de la Basílica de Constantino, previa a la Basílica de San Pedro, que se convirtió en un lugar de devoción. Peregrinos de todo el mundo llegaron a Roma para adorar una de las reliquias más importantes del hermano de Simón Pedro, que también se conservó en la basílica actual.
Esta reliquia permaneció en Roma hasta junio de 1964, cuando por voluntad del Papa Pablo VI la cabeza fue devuelta en señal de amistad hacia la Iglesia ortodoxa al obispo metropolitano de Patras.
Es allí donde hoy se conserva, en la Catedral dedicada a San Andrés, edificada en el lugar que la tradición señala como el de su martirio.
— Condensado de ACI Prensa