Matías es un nombre bíblico que significa “regalo de Dios”.
Clemente de Alejandría, basándose en la tradición, afirma que San Matías fue uno de los 72 discípulos que el Señor envió a predicar durante su ministerio.
San Matías solo se menciona por nombre una vez en el Nuevo Testamento en el libro de los Hechos de los Apóstoles.
Hechos 1:21-26 cuenta el relato completo cuando San Matías fue elegido para convertirse en el Apóstol que reemplazaría a Judas Iscariote.
Los Hechos de los Apóstoles afirman que Matías acompañó al Salvador, desde el Bautismo hasta la Ascensión. Cuando San Pedro decidió proceder a la elección de un nuevo Apóstol para reemplazar a Judas, los candidatos fueron José, llamado Bernabé y Matías. Finalmente, la elección cayó sobre Matías, quien pasó a formar parte del grupo de los doce. El Espíritu Santo descendió sobre él en Pentecostés y Matías se entregó a su misión. Clemente de Alejandría afirma que se distinguió por la insistencia con que predicaba la necesidad de mortificar la carne para dominar la sensualidad. Esta lección la había aprendido del mismo Jesucristo.
Según la tradición, predicó primero en Judea y luego en otros países. Nicéforo Calixto, historiador eclesiástico, refiere que Matías, “que rellenó la docena, atracó en Etiopía primeramente”.
Los griegos sostienen que evangelizó la Capadocia y las costas del Mar Caspio, que sufrió persecuciones por parte de los pueblos bárbaros donde misionó y obtuvo finalmente la corona del martirio en Cólquida. Los “Menaia” griegos sostienen que fue crucificado.
Se dice que su cuerpo estuvo mucho tiempo en Jerusalén y que sus reliquias fueron, por encargo de Santa Elena, llevadas a Tréveris, donde se venera su tumba en la abadía dedicada al Santo. También hay reliquias en la Iglesia Santa María Mayor en Roma, en la Iglesia Santa Justina en Padua, ambas en Italia, y también en la Iglesia San Pedro en Lima, Perú.
Es el santo patrón de los carniceros, arquitectos, sastres, los que tienen viruela, los carpinteros y los que luchan contra el alcoholismo.
La Iglesia Católica celebra su fiesta cada 14 de mayo.
— Información extraída de ACI Prensa, Catholic Net y EWTN